El proyecto de ley de bienestar animal del que han sido excluidos los perros de caza parece atisbar ya su aprobación final, tras superar este jueves un nuevo trámite en el Senado con el rechazo por parte de la Comisión de Derechos Sociales, de los cuatro vetos presentados por PP, Vox, PNV y UPN.
Dicha comisión parlamentaria ha dado asimismo su conformidad al texto de la ponencia tal como venía del Congreso, sin cambios, que se ha aprobado con 15 votos a favor y 14 en contra.
Por ello, las enmiendas parciales -casi 450 fueron registradas en el Senado aunque algunas han sido retiradas- pasarán a votarse en el trámite final en el pleno de esta cámara, previsto para el miércoles de la próxima semana.
Por otra parte, la Comisión de Derechos Sociales en el Congreso ha rechazado también este jueves los dos vetos, del Grupo Popular y Vox, al proyecto de ley de reforma del Código Penal al que se han presentado además 76 enmiendas parciales al articulado, y que se tramita de forma paralela al de bienestar animal.
Dado que la aprobación de los vetos exigía mayoría absoluta, pese al empate entre partidarios y detractores del propuesto por el PP para la devolución del proyecto de ley de reforma del Código Penal sobre maltrato animal que finalmente ha sido rechazado, lo mismo ha ocurrido con el de UPN sobre el proyecto de bienestar animal.
El proyecto de ley de bienestar animal ha sido impulsado por el Ministerio de Derechos Sociales que dirige Ione Belarra, de Podemos, que lo considera “pionero” en este país en la protección animal y la lucha contra los malos tratos y el abandono.
Su tramitación desde el inicio sin embargo, está siendo objeto de gran polémica tanto en el seno del propio Gobierno, como desde la oposición, el sector del campo, veterinarios, juristas, animalistas, y otros muchos grupos económicos y sociales.
Durante el debate este jueves de la Comisión de Derechos Sociales en el Senado, los diputados han criticado en general la falta de sosiego y la excesiva celeridad en la tramitación por vía urgente de estos proyectos de ley que, sin embargo, plantean modificaciones de gran calado como las propuestas para el Código Penal.
Desde el PP, el senador Fernando de Rosa Torner ha criticado además los “errores manifiestos” jurídicos en estas nuevas normas, en aspectos como multas, tipología de las infracciones y la falta de proporcionalidad de las sanciones, entre otros.
También desde su grupo, Jorge Martínez Antolín ha criticado las prisas en la tramitación y el rechazo a estas normas de “la mayoría” de afectados, incluidos, ha dicho, los sectores del campo, comercios, asociaciones deportivas, agrarias, colegios profesionales como veterinarios, agrónomos, juristas…
Por contra desde el grupo socialista, Amaro Huelva ha pedido el apoyo de los grupos y ha reprochado de la derecha su oposición a cualquier avance en este país, incluida la protección animal, y ha instado a llegar a nuevos acuerdos para seguir mejorando los textos.
“Esta ley no perjudica al medio rural” como argumentan los conservadores, ha dicho tras reprobar a la oposición su “discurso radical y de confrontación”, con el que “torpedean” proyectos, aunque sepan que benefician a la mayoría.
Vox por su parte, argumenta en sus vetos que no se pueden dar derechos a los animales y considera “desproporcionada” la batería de medidas de “control, obligaciones, restricciones y sanciones” para los propietarios, a los que se presupone “maltratadores”.
Por parte del PNV, otro de los grupos que había presentado un veto al proyecto de ley de bienestar animal para su devolución al Gobierno, la senadora Nerea Ahedo ha dicho que, sin entrar en el fondo, esta norma supone “una clara invasión competencial” y desaprueba “su carácter centralizador y reglamentarista”.
La reclamación de los perros de caza ha enfrentado durante meses en la fase previa en el Congreso a la formación Unidas Podemos -que carece de representación en el Senado- con el grupo socialista, partidario de excluir a los perros de caza del proyecto de ley de bienestar animal.
Entre las enmiendas parciales registradas en el nuevo trámite en el Senado, el grupo parlamentario ERC y Bildu, contrario asimismo a la exclusión de esos animales del proyecto de ley, ha propuesto al grupo socialista volver al consenso original y considerar los planteamientos de este grupo para la defensa de todos los perros.
El proceso a partir de ahora en el Senado es que las enmiendas parciales se debatirán y votarán en el pleno del Senado la próxima semana, y podrían volver a votarse también los vetos de los grupos que lo propongan.
De no aprobarse nada nuevo, las normas quedarían definitivamente aprobadas si obtuvieran el visto bueno del pleno del Senado; en caso de que finalmente se aceptaran enmiendas los textos habrían de ser ratificados de nuevo por el Congreso.
Para su entrada en vigor, habrá que esperar seis meses después de su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE), por lo que no será antes del verano.