En materia hidráulica, Izquierda Unida apuesta por una política "responsable" en la gestión del agua que pasa por la eliminación progresiva del trasvase Tajo-Segura, la recuperación de los recursos legales contra los trasvases realizados fuera de las reglas de explotación hasta la aprobación del nuevo plan de cuenca y el estudio de alegaciones del futuro plan de cuenca.
También defiende la necesidad de declarar a Castilla-La Mancha como "territorio desnuclearizado", no solo con el cierre paulatino de las centrales nucleares, con planes de diversificación económica alternativos, sino mostrando su oposición a la instalación del Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares en Villar de Cañas (Cuenca).
En este sentido, la formación demanda la puesta en marcha de una oficina de captación de empresas del sector de las energías renovables y la potenciación de su implantación en la región a través de normativa específica.
De otro lado, defienden que se transforme "la industria para la guerra en industria para el equipamiento de protección civil y servicios públicos básicos", y vuelven a apostar por una red regional de ferrocarril "convencional, público, moderno, asequible y sostenible que contribuya a la mejor vertebración económica, a la cohesión social y territorial de Castilla-La Mancha" y con el resto de España y Europa.
