Las incompatibilidades en el PP, de nuevo a debate en los congresos territoriales

La secretaria general del PP, María Dolores Cospedal, anunció esta semana su candidatura para revalidar la presidencia del partido en Castilla-La Mancha - EFE/Ismael Herrero
photo_camera La secretaria general del PP, María Dolores Cospedal, anunció esta semana su candidatura para revalidar la presidencia del partido en Castilla-La Mancha - EFE/Ismael Herrero

Las incompatibilidades de cargos en el PP y sus excepciones, que centraron buena parte de la discusión interna en el congreso nacional del partido por el caso de la secretaria general, María Dolores de Cospedal, volverán a estar presentes en los congresos territoriales, sobre todo en algunos provinciales.

El PP tiene pendiente en cualquier caso la creación de la Oficina del Cargo Popular, el órgano encargado a partir de ahora de estudiar cada caso y emitir un informe para dar luz verde a las excepciones al régimen incompatibilidades, que en última instancia debe aprobar el Comité Ejecutivo Nacional.

Aunque son los congresos regionales los primeros en celebrarse, y los provinciales no tendrán lugar hasta después de Semana Santa, ya se conocen varios casos que llevarán el debate de incompatibilidades a esos cónclaves.

Ocurrirá, por ejemplo, en Andalucía, donde hay tres presidentes provinciales del partido que tienen también cargos en el Gobierno.

Se trata de José Enrique Fernández de Moya, presidente del PP de Jaén y secretario de Estado de Hacienda; José Antonio Nieto, secretario de Estado de Seguridad y presidente del PP de Córdoba, y Antonio Sanz, presidente del partido en Cádiz y delegado del Gobierno en Andalucía.

Los tres optarán previsiblemente a la reelección en el partido, y en los tres casos tienen que pedir autorización para que se acepte su excepcionalidad, ya que según los estatutos el cargo de presidente o secretario general provincial solo es compatible con cargos institucionales que sean locales o provinciales, en parlamentos autonómicos o el Senado.

Desde Génova han admitido que el caso de los dos secretarios de Estado puede generar mayor debate porque tienen sus obligaciones en Madrid y no están en el día al día del partido en su provincia.

Algo que no ocurre, dicen, con el delegado del Gobierno en Andalucía, que sí está en el territorio, como también lo está Enric Millo, delegado del Gobierno en Cataluña y presidente del PP de Girona, quien previsiblemente también optará a la reelección.

En cualquier caso, desde la dirección del PP andaluz aseguran a EFE que Juanma Moreno no tiene problema en que Nieto y Fernández Moya sigan y así se lo ha hecho saber a ambos.

Lo que la dirección regional se plantea, eso sí, es reforzar el papel de los secretarios generales, que serán quienes lleven las riendas de la organización territorial en el día a día.

Cabe la posibilidad, así, de que el PP andaluz decida dar más voz a los secretarios generales, y garantizarles una mayor interlocución, permitiendo por ejemplo que estén en las reuniones de los presidentes provinciales en ausencia de sus superiores, apuntan las mismas fuentes.

En cualquier caso, en el PP tratan de minimizar este debate interno y subrayan que no habrá conflicto en estos casos.

Con la aprobación de los nuevos estatutos en el congreso nacional que se celebró hace dos semanas todos los cargos orgánicos que puedan incurrir en incompatibilidades tendrán que dirigirse a la futura Oficina para solicitar su excepción; algo que por ahora no pueden hacer al no haberse constituido aún este órgano.

En la dirección nacional los esfuerzos se están concentrando estas semanas en la preparación de los congresos regionales, con varios frentes abiertos en comunidades como Cantabria o Baleares, donde habrá más de un candidato y no parece que vaya a haber listas de integración.

De ahí que en Génova no se haya abordado aún la creación de la Oficina del Cargo Popular, justifican en el partido.

Entre otras funciones, este nuevo órgano se encargará de las declaraciones de idoneidad de sus cargos, de revisar sus declaraciones de bienes y actividades y de estudiar los casos en los que se pidan excepciones a las incompatibilidades.

Como líder del partido, le corresponde a Mariano Rajoy proponer a los miembros de este nuevo órgano, que después confirmará el Comité Ejecutivo Nacional.

Tienen que ser entre tres y cinco miembros y deben cumplir una única condición: no desempeñar ningún cargo público ni tampoco orgánico dentro del PP.

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