Pablo Iglesias prepara cambios en la dirección de Podemos y se encamina a Vistalegre III

Hasta febrero de 2021 tiene de plazo Pablo Iglesias para convocar el cónclave, pero puede adelantarlo con un movimiento que le permitiría 'tutelar' su sucesión -o su reelección, porque puede optar a un tercer mandato- en el momento más álgido de su carrera y sin oposición interna real
Pablo Iglesias pide a Sánchez que diga claramente si quiere ir a elecciones y le urge a negociar
photo_camera Pablo Iglesias prepara cambios en la dirección de Podemos y se encamina a Vistalegre III

En medio de la vorágine por el desembarco a los ministerios, Podemos se prepara para acometer cambios tranquilos en su dirección, a la espera de que un Pablo Iglesias convertido en vicepresidente convoque el Vistalegre III, la asamblea ciudadana en la que la militancia elegirá por cuatro años al secretario general.

Hasta febrero de 2021 tiene de plazo Pablo Iglesias para convocar el cónclave, pero puede adelantarlo con un movimiento que le permitiría 'tutelar' su sucesión -o su reelección, porque puede optar a un tercer mandato- en el momento más álgido de su carrera y sin oposición interna real.

Esa cita es importante y está a la vista, pero la formación morada tiene ahora un reto más urgente: adaptar su Ejecutiva -el Consejo de Coordinación- a la nueva realidad de que el núcleo duro de la organización lo conforman los mismos que pasarán al Gobierno.

Por el momento se ha anunciado que Pablo Echenique será el nuevo portavoz parlamentario, mientras que Noelia Vera, portavoz del partido, sería otra de las diputadas integrada en el Gobierno junto con Ione Belarra y Victoria Rosell.

En la formación morada dan por hecho que se convocará pronto un Consejo Ciudadano que afiance perfiles y dé protagonismo a algunos nombres entre los que podría estar el de Ana Marcello, la actual secretaria de Círculos y Participación y mano derecha del secretario de Organización, Alberto Rodríguez.

Ana Marcello fue diputada en el Congreso entre 2016 y 2019 y entró en el Consejo de Coordinación a raíz de la remodelación que propuso Iglesias en junio de este año, cuando Pablo Echenique dejó la secretaría de Organización para ser el secretario de Acción de Gobierno e Institucional.

Ese fue el penúltimo Consejo Ciudadano Estatal. Desde entonces el líder de Podemos solo convocó en septiembre a la dirección ampliada del partido -donde acuden los líderes territoriales- para preparar las elecciones del 10N, pero no rindió cuentas de los resultados ni del pacto de gobierno con Pedro Sánchez.

Con un grupo parlamentario de 35 diputados, de los que siete son de los comunes y cinco de IU, Pablo Iglesias ha conseguido el objetivo de gobernar con su peor resultado y siete diputados menos que en los comicios de abril.

Todo ha sucedido en el año que se cumple desde que Iñigo Errejón inició un camino de infortunios al divorciarse de Podemos para ir a las elecciones autonómicas madrileñas con la entonces alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena.

Desde su escaño en el 'gallinero' del Congreso, verá ahora cómo Pablo Iglesias se sienta en la bancada azul, la reservada al Gobierno, con una estrategia opuesta a la transversalidad que él propugnaba.

"Hemos dado vergüenza ajena... Peleas por los sillones, los cargos, la visibilidad. Actuar como un partido más. Eso somos nosotros también, y tenemos que decirlo", tuvo que admitir en marzo del año pasado Iglesias en su vuelta a la arena política tras la gran eclosión interna.

Podemos ha perdido votos elección tras elección, pero no se ha hundido, y a Pablo Iglesias ya nadie le ha soplado. Lo intentó en junio el exsecretario general de Podemos y militante de base Ramón Espinar tras la debacle de Podemos en las autonómicas pero no encontró quien le siguiera el juego, así que desde entonces guarda silencio.

Solo la andaluza Teresa Rodríguez ha dejado claras sus reticencias con la decisión de gobernar con el PSOE pero sin aspavientos. Y es relativo el peso de su corriente, Anticapitalistas, que ha anunciado una "agenda propia" ante un Ejecutivo en el que no deposita grandes esperanzas.

Así las cosas, todo augura que el líder de Podemos no encontrará trabas en la asamblea, tanto si decide optar a la reelección como si deja en manos de alguno de sus colaboradores más cercanos el reto de pilotar el partido.

Las miradas apuntan hacia la número dos, Irene Montero, que estará al frente del Ministerio de Igualdad. "Estoy convencida de que la próxima persona que ocupe la Secretaría General de Podemos será una mujer", dijo ella misma al respecto.

Comentarios