El presidente del Gobierno de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha asegurado que en la recta final de campaña observa una "corriente a favor" del PSOE de los votantes que apoyaron a Podemos el 20 de diciembre, pero con la intención de que gobernara Pedro Sánchez, "entre dos y tres millones".
García-Page, en declaraciones a La Sexta, ha asegurado que a medida que avanza la campaña está "notando una corriente de fondo de un voto muy responsable", un nicho que opina que "va a ser decisivo".
A juicio del presidente castellano-manchego, de los cinco millones de votantes de Podemos el pasado 20 de diciembre, "una amplia parte", entre dos y tres millones, querían que la formación morada "terminara apoyando al PSOE, por lo que sea, por inercia, por tradición, porque han votado muchas veces al PSOE".
Son votantes, según ha dicho, que "querían que el PSOE tuviera un matiz más a la izquierda" y, por este motivo, optaron por dar su apoyo al partido de Pablo Iglesias, aunque cree que ahora optarán por el PSOE.
"Podemos está intentando evitar cualquier confrontación, incluso estética, con el PSOE porque saben que hay mucha gente que no le ha pasado por alto la actitud que han tenido en la negociación del Gobierno", ha aseverado.
Al tiempo, García-Page ha considerado que "hay bastantes más posibilidades ahora que en diciembre" de que en la noche del 26 de junio quede "más claro el puzzle" político que en los últimos comicios generales.
No obstante, ha asegurado que "el PSOE no está obsesionado con coger La Moncloa a cualquier precio y mucho menos regalarla" y, en este sentido, ha dicho que "hay que tener muy claro que el día 27, más que de los puestos, hay que hablar de las condiciones, de los objetivos".
"Yo creo que va a haber más voto en el bloque progresista que en la derecha y yo creo que ese va a ser un indicador claro", ha afirmado.
Para García-Page, la "primera clave" será "despejar si en España puede haber un gobierno nacional que no dependa de los independentistas" sino que "aborde desde el diálogo y con buena voluntad la situación política de Cataluña, pero teniendo la distancia razonable y sensata con el problema para poderlo arreglar".
Con todo, se ha mostrado "absolutamente convencido" de que no habrá unas terceras elecciones porque "los dirigentes políticos de todos los partidos asumen una especial responsabilidad personal", por lo que cree que una nueva repetición de los comicios sería "impensable".
Por otra parte, preguntado por si sería "un fracaso" que el PSOE quedara como tercera fuerza política, García-Page ha respondido que lo fue "incluso" conseguir "noventa diputados", ya que "eran escasos".
Si el resultado del PSOE no es el esperado, ha asegurado, no buscarán "quién tiene la culpa en otros partidos políticos" y, además, ha opinado que "si Rajoy el 26 de junio no tiene capacidad ninguna para formar gobierno, se abrirá una crisis en el PP que va a tener entretenida a la política española mucho más tiempo de lo que algunos se piensan".
"Cada partido tiene que hacer su digestión y su reflexión, en realidad hemos ido a esta segunda convocatoria sin haber hecho la digestión ni la reflexión profunda de los resultados porque lo urgente iba por delante", ha considerado.
"EL FACTOR ESPEJO" DE LOS CUATRO AÑOS DEL PP
De otro lado, el también secretario general de los socialistas de CLM ha opinado que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, "tendría que haber asumido su responsabilidad de dimitir" y ha considerado que las grabaciones son "el factor recuerdo, espejo", de los cuatro años del PP.
García-Page ha opinado que las conversaciones hechas públicas entre Fernández Díaz y el director de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso, van a tener su reflejo en las urnas, aunque ha añadido que "luego cada uno interpretará las cosas según su guión y su interés".
"Lo que pone de manifiesto estas escuchas del ministro del Interior en este tema en concreto es que en el PP, además de en las finanzas en b, también están muy abonados a la política en b", ha aseverado.
A su juicio, Fernández Díaz debería haber dimitido, aunque ha dicho que entiende que es "muy difícil porque todavía le complica más las cosas".
El PP, ha aseverado García-Page, está "muy acosado por problemas de corrupción de antes de diciembre, pero también desde diciembre hasta aquí", si bien ha opinado que "ha conseguido que se hable poco de corrupción" durante la campaña.
"Su estrategia es, por muy malos que seamos nosotros, peores son los de enfrente, el miedo a los radicales que vienen y, por tanto, han conseguido que pasara a un segundo plano, no sé si entre los ciudadanos, pero sí en el debate político este problema", ha planteado.
Con ello, ha afirmado que lo que suponen estas conversaciones es "otra vez el factor recuerdo, espejo, de lo que han sido estos cuatro años".
García-Page ha afirmado que "lo que hay que desterrar definitivamente, a partir de estas elecciones, es todo lo que tiene que ver con esa política oculta o con las finanzas ocultas o con la falta de transparencia".
"Me parecería bastante increíble que haya gente que defienda lo que ha hecho el ministro, la intención con que lo ha hecho e incluso la torpeza con la que lo ha hecho porque, realmente, todo es calificable por sí mismo", ha concluido.
