El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha animado este miércoles a aprovechar la campaña electoral ante la nueva convocatoria de elecciones generales para encontrar "puntos de acuerdo" entre las formaciones políticas y huir del reproche.
Durante una visita a Puertollano (Ciudad Real), donde ha asistido a la presentación del proyecto del nuevo hospital, García-Page ha hecho hincapié en la coyuntura en la que se encuentra como presidente regional y ha recordado que cuando inició la anterior legislatura en el mismo cargo pasó un año sin que hubiera un Gobierno de España.
De hecho, ha indicado que tuvo que poner en marcha el sistema "con los mismos mimbres y sin más dinero", pero que en esta ocasión había proyectado una legislatura con un Ejecutivo central "que no fuera interino" con el poder acordar y "que no diga 'vuelva usted mañana' en temas tan importantes como la financiación autonómica".
Sin embargo, ha manifestado: "Hoy todo el mundo, a la izquierda y a la derecha, coincidimos en que el gran objetivo es que los independentistas no se salgan con la suya".
Por tanto, ha planteado que la sociedad española haga una "reflexión colectiva" y que no se apunte "al permanente lamento o a la 'Cofradía del Santísimo Reproche'" porque eso "es perder el tiempo", ha advertido.
En este punto, ha expresado que "como español, como responsable político y como presidente regional que necesita interlocutores en el Gobierno de España", le gustaría que la nueva convocatoria electoral "más que en un lamento, se convierta en una oportunidad".
Por ello, ha recomendado que, en vez de pasar la precampaña y campaña entre lamentos y reproches, se aproveche la oportunidad para encontrar puntos de acuerdo.
Entre ellos, uno "muy evidente" que supone que "el independentismo está al margen de la refriega política", ha remarcado, así como que "siempre es mejor contar con instituciones solventes, fuertes y estables que no piensen en mañana sino en pasado mañana y más lejos".
Asimismo, ha apostado por "intentar evitar en España el centrismo" porque a su modo de ver "no es positivo que la mitad de España esté contra la otra mitad" además de que ha afirmado que "hay matices en la izquierda o la derecha" así como "cosas en las que nos podemos poner de acuerdo".
Para el jefe del Ejecutivo castellano-manchego, "España tiene que dejar de tener demasiados paréntesis para pasar a una etapa de estabilidad, independientemente de que quien gobierne tenga más o menos mayoría".
