ETA da un paso más hacia su final con un desarme interpretado como su derrota

ETA ha dado un paso más hacia su final con la entrega de su arsenal a las autoridades francesas, un desarme recibido con cautela por los expertos antiterroristas, las víctimas y buena parte de las fuerzas políticas y entendido de forma mayoritaria como la escenificación de su derrota.

A primera hora de la mañana de este sábado, la banda terrorista ha comunicado a la Fiscalía de Bayona (Francia), a través de los "mediadores", la localización de ocho depósitos de armas que contienen alrededor de 120 armas de fuego, tres toneladas de explosivo y varios miles de municiones y detonadores.

Ocho zulos repartidos por el departamento 64, el de los Pirineos Atlánticos, cuyo contenido ahora ha de ser analizado por las Fuerzas de Seguridad francesas, pero en el que, según los expertos antiterroristas, falta parte del arsenal del que la banda dispone.

Una vez que el coordinador de la Comisión Internacional de Verificación, Ram Manikkaligam, ha dado el listado a la Fiscalía, se han desplegado 180 policías y 172 autodenominados "artesanos de la paz", que custodiaban los depósitos en áreas señaladas con un cartel con la leyenda "zona de desarme".

Lo entregado está recogido en varios inventarios fechados en 2015 y 2016, en los que se enumeran de manera detallada las marcas, los modelos, el número de armas y los kilos de explosivos recogidos en cada uno de los zulos en bidones y sacos.

Los listados incluyen balas, revólveres, pistolas, detonadores industriales, temporizadores, así como explosivos y productos químicos como pentrita, pentolita, polvo de aluminio, nitrometano, amonal y ácido sulfúrico.

El desarme ha generado diversas interpretaciones. La mayor parte de las fuerzas políticas españolas, las fuerzas de seguridad y las víctimas hablan de una derrota de ETA y rechazan las contrapartidas, en tanto que el Ejecutivo vasco ha valorado que "el camino prosigue" hacia "una convivencia normalizada, ahora en un escenario mejor".

Pero la izquierda abertzale y las organizaciones desplazadas a Bayona para celebrar el desarme ya han señalado su próximo objetivo: el fin de la dispersión de presos, la excarcelación de los reclusos enfermos y la salida de las Fuerzas de Seguridad de Euskadi, es decir, la "desmilitarización", en palabras de Arnaldo Otegi

El Gobierno español, a través del ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha vuelto a dejar claro que los terroristas no tendrán "ningún trato de favor y mucho menos impunidad a sus delitos", pero, además, ha opinado que lo ocurrido hoy es una operación mediática para disimular su derrota y tratar de "sacar un rédito político de la misma".

Un mensaje parecido al del principal partido de la oposición, que ha hablado por boca de los aspirantes a liderarlo. Entre ellos, un exlehendakari, Patxi López, quien ha manifestado que el desarme es "la foto de la victoria de la democracia y la derrota del terrorismo".

Para su sucesor, el actual lehendakari, Íñigo Urkullu, "la confirmación del desarme legal, definitivo y sin contrapartidas es un paso fundamental en el proceso de final ordenado de la violencia y de desaparición de ETA".

También el ministro del Interior francés, Matthias Fekl, ha valorado que la entrega "unilateral" por parte de ETA de las localizaciones constituye "un gran paso", un día "incontestablemente importante". El propio Manikkalingam ha afirmado que hoy se ha producido "el desarme de ETA" y ha dado por terminados los trabajos de la Comisión Internacional de Verificación.

Más cautelosas se muestran las Fuerzas de Seguridad, aunque también convencidas de la derrota de ETA.

Expertos en la lucha antiterrorista tienen claro que no están todas las armas y dudan de que las entregadas sirvan para esclarecer los mas de 300 crímenes que quedan por resolver. Se baraja incluso la posibilidad de que la banda no sepa dónde están parte de sus armas.

Las asociaciones de guardias civiles y sindicatos policiales han calificado de "paripé" la "comedia" del desarme de ETA, una organización "aniquilada" de la que todavía no se fían hasta que dé el paso de desaparecer.

En términos similares se han manifestado las víctimas del terrorismo, quienes han expresado su desconfianza hacia el "teatro" representado en Bayona y han emplazado a las autoridades a no caer en la "trampa" de ofrecer contrapartidas a cambio.

Los representantes de los partidos han reaccionado con distintos grados de satisfacción, pero en general han coincidido en que no es suficiente y en que hoy no es un día de celebración, sino de recordar a quienes han sufrido el terrorismo.

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