Del escudo a derechos LGTBI: la evolución legislativa de las Cortes de Castilla-La Mancha en 40 años

El primer presidente del parlamento regional, y actual presidente del Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha, Javier Irízar, y el actual presidente de la cámara, Pablo Bellido, analizan cómo ha cambiado el parlamentarismo en estas cuatro décadas
El primer presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Javier de Irízar (izquierda), y el actual presidente de la cámara, Pablo Bellido (derecha), conversan en un momento de la entrevista - EFE/Ismael Herrero
photo_camera El primer presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Javier de Irízar (izquierda), y el actual presidente de la cámara, Pablo Bellido (derecha), conversan en un momento de la entrevista - EFE/Ismael Herrero

La definición del escudo de Castilla-La Mancha fue la primera ley que se aprobó en las Cortes regionales y la última, la ley de Diversidad Sexual y Derechos LGTBI, una evolución legislativa que refleja los cambios sociales que se han vivido en la comunidad autónoma desde la aprobación del Estatuto de Autonomía, que este año celebra los cuarenta años.

El primer presidente del parlamento regional, y actual presidente del Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha, Javier Irízar, y el actual presidente de la cámara, Pablo Bellido, analizan en una entrevista con la Agencia Efe cómo ha cambiado el parlamentarismo en estas cuatro décadas, y cómo el Estatuto de Autonomía ha resistido el paso del tiempo con pocas modificaciones, lo que es, según Bellido, "una prueba evidente del éxito de quienes lo prepararon", y entre quienes se contaba el propio Irízar.

"Cuarenta años después sigue vigente y sigue permitiéndolo prácticamente todo, como por ejemplo aprobar una ley de derechos LGTBI o cosas que hace 40 años era imposible plantear", destaca Bellido, que incide en que ello es posible porque "el estatuto está bien hecho y permite un nivel de holgura suficiente para que los grupos parlamentarios trabajen, se pongan de acuerdo y elaboren leyes".

Por su parte, Irízar asegura que "el estatuto ha servido y sirve" pero apunta la conveniencia de elaborar un "estatuto moderno, acorde con los tiempos que corren", un argumento que también comparte Bellido y ambos coinciden en reclamar que ese nuevo texto salga con un amplio consenso, tanto de las fuerzas políticas castellanomanchegas como en el Congreso y en el Senado, aunque Irízar sospecha que "no están los tiempos para esos cantos".

En cambio, Irízar rememora que cuando él llegó a la Presidencia de las Cortes, en 1983, y a lo largo de toda la primera Legislatura, "prácticamente el 100 por ciento de los acuerdos de la Mesa y de la Junta de Portavoces fue por unanimidad" y considera que fue porque "había sacar adelante la región y llevar adelante las instituciones", lo que derivó en "un espíritu de colaboración que ahora no existe".

En esta línea, el actual presidente del parlamento castellanomanchego cree que en los primeros años de la democracia en España había un "espíritu más colaborativo y más de pensar en los intereses generales" que se ha perdido en la actualidad, cuando hay "mayor división y enfrentamiento".

A su juicio, ello se debe a que "la democracia está más consolidada, no corre peligro", si bien ve deseable que los políticos actúen con moderación y procurando tejer alianzas, para que la ciudadanía no sienta desafección hacia la política.

ABRIR LAS CORTES A LA CIUDADANÍA PARA ESTAR CERCA DE LOS REPRESENTADOS

Irízar recuerda que, hace cuarenta años, "Castilla-La Mancha era una región que no existía, no se crea en torno a una historia, un himno o una batalla perdida, sino que se crea desde un punto de vista práctico, para mejorar la vida de los ciudadanos" y por ello subraya la importancia de que las instituciones estuvieran cerca de los representados, porque "ese era el fundamento de la región y, por tanto, la forma de crear región era esa, que los ciudadanos tuvieran esa conciencia".

Y cree que, a lo largo de los años, "el sentimiento castellanomanchego se ha consolidado", en parte porque los ciudadanos han percibido que "es bueno, que las instituciones -tanto las Cortes como el Gobierno- han contribuido a que tengan más sanidad, más educación, mejor acceso a los servicios públicos".

Bellido asegura que el discurso de acercar las instituciones a los ciudadanos también es válido en la actualidad y considera que "la mejor forma de hacerlo es escucharles", que se puede hacer tanto en los sitios o que los ciudadanos acudan a las Cortes y "digan cómo ven las cosas, hagan sugerencias, propuestas, críticas legítimas que siempre ayudan a mejorar" y advierte de que "cuando se establece una brecha entre lo que opinan y desean los representados y lo que opinan los representantes, la democracia se resquebraja".

En cuando al sentimiento de pertenencia a la región, Bellido admite que "la comunidad autónoma existía antes que el sentimiento regional", pero cree que en la actualidad ya se percibe "un sentimiento regional, compatible con el sentimiento nacional".

"Somos españoles en Castilla-La Mancha. Tenemos una identidad complementaria, integradora, no excluyente", define Bellido, que reivindica que "Castilla-La Mancha no ha nacido para ser más que nadie, pero sí para evitar ser menos que el resto".

EL OBJETIVO PRINCIPAL Y RECURRENTE, LA DEFENSA DEL TERRITORIO

De hecho, ambos presidentes de las Cortes coinciden en señalar que la defensa del territorio ha sido el principal objetivo del parlamento, y en este sentido Irízar recuerda que las Cortes regionales se enfrentaron a instituciones nacionales contra la instalación de un campo de tiro en Cabañeros, que finalmente fue declarado Parque Nacional y, por lo tanto, no prosperó el otro proyecto.

Bellido también cita otros temas recurrentes a lo largo de estos cuarenta años de autonomía, como la defensa del Tajo para frenar los trasvases al Segura y, en los últimos años, el rechazo a la instalación del Almacén Temporal Centralizado de residuos nucleares en Villar de Cañas (Cuenca).

La despoblación y la lucha por la igualdad han sido otros de los asuntos que han marcado la agenda política castellanomanchega y, en este sentido, reivindica que las Cortes regionales han sido pioneras en aprobar leyes en materia de despoblación, contra la violencia de género o sobre economía circular.

En este punto, ambos presidentes repasan la actividad legislativa de las Cortes desde su creación e Irízar recuerda que la primera ley que se aprobó fue la del diseño del escudo, un tema que no había quedado fijado en el estatuto, del mismo modo que tampoco se recogió que la capital de Castilla-La Mancha sería Toledo, y este tema también se aprobó en aquella primera Legislatura.

Y Bellido añade que la última ley en aprobarse -y que además lo ha hecho con la unanimidad de la cámara- ha sido la de derechos LGTBI, un hecho que demuestra que Castilla-La Mancha "ha evolucionado mucho" en cuarenta años y que los representantes de la región también han "participado en el deseo de ser una sociedad más integradora, más abierta, más libre".

OPTIMISMO ANTE EL FUTURO

Y ante la pregunta de cómo ven el futuro dentro de una década, cuando Castilla-La Mancha cumpla medio siglo, ambos coinciden en una proyección optimista de la comunidad autónoma.

"Creo que va a prevalecer el modelo de una Castilla-La Mancha mejor, dentro de una España mejor y dentro de una Europa mejor", augura Bellido, mientras que Irízar opina que la región está "en una situación inmejorable de progreso" y achaca esa posición a la estabilidad política de la comunidad autónoma, que ha hecho que "la gente confíe".

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