El cambio de ciclo político que el candidato del PP a presidir Castilla-La Mancha, Paco Núñez, ha proclamado a lo largo de toda la campaña electoral no ha llegado a la Junta de Comunidades y, si bien los populares han sumado para gobernar en la mayoría de las capitales de provincia con el apoyo de Vox, no alcanza los escaños suficientes para formar gobierno con los de Abascal.
Castilla-La Mancha ha vuelto a otorgar a Núñez el cargo de jefe de la oposición: se trata de la segunda derrota que asume frente al barón socialista, Emiliano García-Page, que este domingo 28 de mayo ha vuelto a imponerse en las urnas con 17 diputados que le otorgan la mayoría absoluta, por lo que volverá a gobernar otros cuatro años en solitario.
El candidato popular arrancó la campaña electoral convencido de que el cambio de ciclo político en la región era “imparable” y que la región volvería a teñirse de azul por segunda vez en democracia tras los cuatro años de hegemonía de su antecesora, María Dolores de Cospedal, de quien Núñez ha procurado desmarcarse en la carrera hacia las urnas.
El PP solo ha gobernado una vez Castilla-La Mancha, entre 2011 y 2015 con María Dolores de Cospedal al frente del Ejecutivo autonómico, hasta que García-Page la desbancó de la presidencia con la suma de los votos de Podemos, un cargo que volvió a ocupar tras ganar con mayoría absoluta las elecciones regionales de 2019.
El candidato popular ha estado acompañado en esta campaña electoral por muchos dirigentes del PP, incluido su presidente, Alberto Núñez Feijóo; las vicesecretarias nacionales Carmen Fúnez y Carmen Navarro; el portavoz nacional de la campaña electoral del PP, Borja Semper; y el presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz.
El líder del PP castellano-manchego no ha hablado públicamente de pactos postelectorales en ningún momento de la campaña, pero la suma con Vox, que entra por primera vez en las Cortes de Castilla-La Mancha, no es suficiente para desbancar al dirigente socialista.
Tras la salida de Cospedal hace cinco años, Núñez dejó la Alcaldía de Almansa (Albacete), su ciudad natal, para asumir la presidencia autonómica de su partido después de imponerse en las primarias a Carlos Velázquez y, desde entonces, ha recorrido como jefe de la oposición toda la región para darse a conocer y difundir su mensaje político.
Desde el año 2011, Núñez ha sido alcalde en Almansa, un cargo que compaginó con la presidencia de la Diputación de Albacete a la temprana edad de 28 años, convirtiéndose en el segundo presidente más joven de una institución provincial, solo superado por Mariano Rajoy.
Han transcurrido casi veinte años desde que este almanseteño inició su andadura política en el Partido Popular, donde se estrenó a través de la organización juvenil Nuevas Generaciones (NNGG).
También ha ocupado varios cargos relevantes dentro del PP en Albacete, incluyendo la presidencia provincial y ha desempeñado el rol de portavoz adjunto y diputado en el Parlamento autonómico.
