Podemos tensa de nuevo el Gobierno de coalición y vuelve a marcar diferencias

La autorización del Gobierno de una OPA parcial de Naturgy a un fondo australiano, el primer aniversario de la marcha del rey emérito o la ampliación de El Prat, son cuestiones que han vuelto a marcar diferencias
Imagen de familia del Consejo de Ministros del Gobierno de España que preside Pedro Sánchez
photo_camera Imagen de familia del Consejo de Ministros del Gobierno de España que preside Pedro Sánchez

La autorización del Gobierno de una OPA parcial de Naturgy a un fondo australiano, el primer aniversario de la marcha del rey emérito, Juan Carlos I, o la ampliación de El Prat son cuestiones que han vuelto a marcar diferencias entre Podemos y el PSOE, con lo que regresa la tensión al Ejecutivo de coalición.

El martes, la secretaria de Podemos y ministra de Asuntos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, publicó varios tuits en los que consideraba que "la huida de Juan Carlos I supone, a todas luces, una grave anomalía democrática en España que produce un enorme descrédito de las instituciones".

Criticaba también que en el Parlamento no se pueda iniciar una Comisión de investigación sobre las actividades "presuntamente ilícitas de la Corona", a lo que se oponen los socialistas cada vez que surge una iniciativa.

Este miércoles, en la misma red social, Podemos señalaba: "Ampliar el Prat no es una decisión correcta. Estamos ante una emergencia climática y la Ley de Cambio Climático debe afectar a todos los sectores. No podemos hacer políticas en contra de esas decisiones".

La decisión del Gobierno dada a conocer tras la celebración el pasado lunes de la Comisión Bilateral Estado-Generalitat de invertir 1.700 millones en esa infraestructura catalana no ha contado con el apoyo de la formación morada.

Ni tampoco la venta de una parte de Naturgy al fondo australiano, tomada ayer en el Consejo de Ministros, de lo que deja constancia en la misma red social.

"La venta de un 22 % de Naturgy a un fondo extranjero con residencia en las islas Caimán es una pésima noticia para nuestro país. Perdemos soberanía. Nuestro objetivo como Estado debe ser garantizar derechos por encima de cualquier interés económico de una empresa extranjera", escribe Podemos.

Si mientras ocupó la Vicepresidencia segunda el secretario general de la formación, Pablo Iglesias, los choques fueron frecuentes y motivaron críticas de la oposición, estos se rebajaron cuando dimitió para presentarse como candidato por Unidas Podemos a las elecciones de Madrid, en mayo.

Fue sustituido en el cargo en el Gobierno por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, menos incisiva en sus expresiones, y en el partido por Ione Belarra, que se ocupó entonces de reorganizarlo tras la marcha de Iglesias, hasta su asamblea en Vistalegre IV, a mediados de junio.

De Belarra dicen sus compañeros que es perfeccionista, trabajadora y que su estilo es cien por cien Podemos, con ese tono duro para criticar a la oposición e incluso a sus socios del PSOE en el Gobierno, y para verbalizar sin tapujos las discrepancias, aunque algunos en ello vean una falta de empatía.

Por el contrario, Yolanda Díaz, que no milita en Podemos, se ha mostrado como la ministra moderada y del diálogo social, ya que ha firmado numerosos acuerdos con los agentes sociales, porque "la buena política es la de las pequeñas cosas", según dice.

Sea por su forma de ser o por otros motivos el caso es que ahora, la nueva líder de Podemos, Ione Belarra, ha decidido destacar el perfil de Podemos, republicano, feminista, ecologista e izquierdista, en el seno del Gobierno, posiblemente de cara a la negociación de los Presupuestos del año próximo, que quieren que sean más sociales, para favorecer a los más desprotegidos.

Además el otoño será el momento de concretar cuestiones aún pendientes y firmadas en el acuerdo de coalición, como la regulación de los alquileres de viviendas, la extensión a más personas del Ingreso Mínimo Vital, la subida del Salario Mínimo Interprofesional o el aumento de la presión fiscal, principalmente a las grandes fortunas y la banca. 

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