Director de Seguridad Nacional reconoce que el estado de alarma llegó tarde

"La culpa es del sistema. No teníamos un sistema preparado. La culpa no es de nadie específicamente. No teníamos un sistema para trasmitir los datos en tiempo real", ha insistido
El director general del Departamento de Seguridad Nacional del Gabinete de la Presidencia, Miguel Ángel Ballesteros, en una imagen de archivo
photo_camera El director general del Departamento de Seguridad Nacional del Gabinete de la Presidencia, Miguel Ángel Ballesteros, en una imagen de archivo

El director general del Departamento de Seguridad Nacional del Gabinete de la Presidencia, Miguel Ángel Ballesteros, ha reconocido este lunes que el estado de alarma decretado contra el Covid-19 "se tomó con retraso" ya que el sistema no estaba "preparado", aunque subrayando que "la culpa no es de nadie".

"La culpa es del sistema. No teníamos un sistema preparado. La culpa no es de nadie específicamente. No teníamos un sistema para trasmitir los datos en tiempo real", ha insistido Ballesteros.

Así se ha expresado en el curso 'Transformación digital de la Policía Nacional y Objetivos de Desarrollo Sostenible' en el que ha explicado que si hubieran tenido las PRC "a tiempo real", el estado de alarma se hubiera decretado "tres semanas antes" dado que, según ha argumentado, en ese momento "solo se detectaba el 10 por ciento de los contagios que se producían".

En esta línea, Ballesteros ha asegurado que el Gobierno declaró el estado de alarma conociendo" los datos de contagios del día anterior-- aproximadamente 1.500--, pero que cuando las comunidades autónomas "cargaron" los datos, se contabilizaron 6.000 positivos.

Ballesteros ha reconocido que cuando se tomó la decisión de declarar el estado de alarma en marzo de 2020, a "casi nadie" se le hacía una PRC ni "aunque tuviera síntomas", porque solo se realizaba a los que llegaban a un hospital.

Tras insistir en que uno de los déficit es que "el sistema no está preparado" para recibir información a tiempo real, el general ha explicado que el año pasado la administración recibió 1.000 ciberataques calificados de "muy graves".

En esta línea, Ballesteros ha trasladado que los ciberataques son "cada vez más sofisticados, más complejos y con más capacidad de hacer daño", por lo que el Consejo de Seguridad decidió adelantar la renovación de la estrategia de seguridad nacional que "tocaba el año que viene".

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