Sánchez anuncia otros 11.000 millones para el turismo, la hostelería y el pequeño comercio

Por otra parte, el presidente del Gobierno pide a sus socios de Unidas Podemos "realismo" y bajar "los decibelios" de las diferencias
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su intervención en el Pleno del Congreso de los Diputados
photo_camera El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su intervención en el Pleno del Congreso de los Diputados

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado ayudas por importe de 11.000 millones de euros para sectores especialmente afectados por la pandemia de coronavirus como el turismo, la hostelería y la restauración, una cantidad que el PP ha considerado insuficiente y que pide elevar a los 50.000 millones.

La comparecencia de Sánchez ante el pleno del Congreso para dar cuenta de la evolución de la situación provocada por la covid-19 ha sido el escenario del anuncio de nuevas ayudas a sectores afectados por la crisis.

Una comparecencia que ha dado pie a un cruce de reproches con la oposición y en la que el jefe del Ejecutivo ha reivindicado el Gobierno de coalición aunque ha pedido a sus socios de Unidas Podemos bajar los "decibelios" a la hora de airear las tensiones internas.

En su intervención inicial Sánchez ha avanzado que en las próximas semanas se destinarán 11.000 millones de euros a empresas, pymes y autónomos de sectores especialmente afectados por la crisis económica, como el turismo, la hostelería, la restauración y el pequeño comercio.

"Es una cantidad importante de recursos para seguir apoyando en las duras semanas que hay por delante a sectores que están en una situación extremadamente compleja", ha justificado.

En su repaso a la situación de la pandemia, ha destacado la buena evolución de los datos pero ha instado a no bajar la guardia y evitar una cuarta ola de la covid-19 tras reconocer el error de que hubo una desescalada demasiado rápida de las medidas restrictivas adoptadas ante la primera ola.

En cuanto al plan de vacunación, ha reiterado el objetivo de que en el verano ya hayan recibido las dosis correspondientes el 70 por ciento de la población, pero ha precisado que será antes de que acabe la estación veraniega, por lo que esa meta se fija hasta septiembre.

Se ha mostrado convencido de que los problemas de suministro que ha habido en la UE en las últimas semanas se superarán en breve y, sobre todo, contando con las nuevas que están en proceso.

En ese contexto, ha actualizado las cifras de adquisición de vacunas y ha explicado que el Gobierno ha ejecutado ya la compra de 136 millones de dosis procedentes de cinco farmacéuticas (Pfizer, AstraZeneca, Moderna, Janssen y Curevac).

En ese contexto ha explicado que España podría recibir el cuádruple de vacunas durante el próximo trimestre.

Ante el camino que queda para doblegar a la pandemia, el presidente del Gobierno ha apelado a la unidad de todos los partidos y se ha dirigido especialmente al PP para que cese en su actitud de bloqueo tras comprobar en las elecciones catalanas que no le proporciona ningún beneficio.

De la misma forma, le ha reprochado que utilice a las víctimas, tanto del terrorismo como de la pandemia, como arma arrojadiza.

Pablo Casado ha salido al paso de esa acusación y ha defendido que la mejor forma de reivindicar a los fallecidos es "reconocer al menos el número de víctimas".

Ha recriminado a Sánchez no dar la cara ante la crisis mientras que sí lo están haciendo las autonomías, y frente al anuncio de 10.000 millones de euros para diversos sectores, que ha considerado insuficientes, ha defendido su propuesta de 50.000 millones en ayudas directas.

Ante ella, el presidente le ha preguntado de dónde iba a sacar ese dinero.

El líder del PP le ha exigido que convoque el debate sobre el estado de la nación para que los grupos no tengan que aprovechar estas comparecencias para debatir sobre múltiples asuntos ajenos a la pandemia.

Además, le ha acusado de fracturar la sociedad y degradar las instituciones por liderar el Gobierno "más radical" y enfrentado en cuarenta años por su pactos con los "extremistas".

El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha amagado con presentar una segunda moción de censura, ha criticado duramente al Gobierno por su falta de respuesta ante las manifestaciones violentas y ha considerado que, durante la pandemia, España ha retrocedido en libertades por la gestión del Ejecutivo.

Mientras que el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique ha centrado su intervención en defender el Gobierno de coalición, Gabriel Rufián, portavoz de ERC, en referencia a las manifestaciones violentas por la prisión del rapero Pablo Hasel, ha avisado de que "no proteger a la gente del virus y la miseria, por ejemplo regulando el alquiler, hiere como una porra".

Por parte de Ciudadanos, su presidenta, Inés Arrimadas, ha pedido a Sánchez que expliqué sus planes para afrontar la situación en Semana Santa y que "no vuelva a esconderse como hizo en Navidad", y el portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha pedido más transparencia en la gestión de la pandemia, más diálogo con las comunidades y más certezas en calendarios y normas para no dar pie al relajo de la sociedad. 

"REALISMO" Y "BAJAR LOS DECIBELIOS"

Por otra parte, el presidente del Gobierno ha admitido este martes cierta incomodidad con sus socios de Unidas Podemos, a quienes ha pedido bajar "los decibelios" y combinar la exigencia con "el realismo" después de que Pablo Iglesias acusase ayer al PSOE de "tensionar" la coalición.

Sánchez ha aprovechado una intervención en el Pleno en la que el portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, le pedía normalizar las diferencias y ser valiente, para responderle que nunca viene mal reducir el volumen en las disputas en unos momentos de gran turbación para la sociedad española.

Si este martes restó importancia a esas tensiones y zanjó que son más las cosas que unen a los socios las que les separan, el jefe del Ejecutivo ha admitido este miércoles que le gustaría que el funcionamiento dialéctico del Gobierno fuese distinto cuando el portavoz del PNV, Aitor Esteban, le ha reprochado la sensación de inestabilidad que genera, a su juicio, la "agitación" entre los socios.

"No le oculto que me gustaría que los decibelios bajaran un poco", ha asegurado Sánchez, para acto seguido señalar que su deber es garantizar la estabilidad política e institucional del país y su tarea "preservar la unidad de acción de las fuerzas progresistas".

Tras semanas de tensiones entre Unidas Podemos y el PSOE a cuenta de la regulación del alquiler, la ley trans, los disturbios por el encarcelamiento de Pablo Hasel o el papel de la Corona, Sánchez ha pedido demostrar que en sus diferencias está también "la fortaleza del Gobierno".

Pese a ello, ha insistido en que está "razonablemente satisfecho" por la marcha del Ejecutivo y ha dicho que su deber es garantizar la estabilidad política e institucional del país y su tarea "preservar la unidad de acción de las fuerzas progresistas".

Sánchez respondía así al enfado que hay en Unidas Podemos por el bloqueo en la Ley Trans y también por las diferencias con sus socios del PSOE en la negociación de la Ley de Vivienda, donde aspiran a incluir unos topes al precio del alquiler que rechaza el ministro competente, José Luis Ábalos.

Este mismo miércoles ha tenido lugar una nueva reunión de los equipos negociadores tras la cual Unidas Podemos ha denunciado que los socialistas siguen sin entregarles por escrito sus propuestas en materia de desahucios, viviendas vacías o regulación de precios del alquiler y lamentan los retrasos en la normativa, que el equipo de Ábalos prevé llevar al Consejo de Ministros en marzo.

"Es un error tensionar al Gobierno planteando que se puede incumplir un acuerdo o que se puede traicionar la palabra dada. Nosotros vamos a ser leales al Gobierno de coalición", dijo este martes Iglesias, que subrayó que para él la "lealtad" es velar porque se cumplan los pactos.

Parecía responder a sus palabras Sánchez cuando ha dicho en el Congreso: "Todos quisiéramos hacer más cosas y hacerlas más rápido, pero tenemos que combinar la exigencia con el realismo".

No obstante, la portavoz socialista en el Congreso, Adriana Lastra, se ha mostrado convencida de que los dos socios alcanzarán un acuerdo sobre la Ley de Vivienda y también la LGTBI, aunque ha omitido la Ley Trans en la que trabaja la ministra de Igualdad, Irene Montero.

La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, ha expresado públicamente sus reticencias alegando inseguridad jurídica y la posibilidad de que ampliar los derechos de las personas Trans afecte a los de las mujeres.

Unidas Podemos denuncia una dinámica a su juicio constante en la que los socialistas se niegan a cumplir el acuerdo de investidura y ellos se ven obligados -dicen- a protestar para que se cumplan.

En ese sentido, el ministro de Consumo y coordinador federal de IU, Alberto Garzón, ha pedido este miércoles al PSOE que el acuerdo de coalición se cumpla "al milímetro".

Según fuentes de Unidas Podemos en el Gobierno, no será esta semana sino la que viene cuando se reúnan el jefe del Ejecutivo y su vicepresidente en un encuentro que confían en que sirva para encauzar las relaciones entre los dos socios y garantizar a la vez el cumplimiento de los acuerdos firmados en el pacto de Gobierno.

El encuentro fue acordado después de que Sánchez e Iglesias coincidieran este martes en la reunión del Consejo de Ministros, en cuyo contexto ambos hablaron sobre las negociaciones con el PP para la renovación del Consejo General de Poder Judicial, donde Podemos aspira a proponer dos representantes.

La anterior conversación en La Moncloa entre los dos dirigentes se produjo tres semanas atrás, en el contexto de las elecciones catalanas, pero fuentes del Gobierno admiten que se ha reducido la periodicidad de las conversaciones entre el líder de Podemos y el del PSOE.

Las relaciones entre los dos socios no han pasado inadvertidas para la oposición, que, en el Pleno del Congreso, han sacado a relucir sus diferencias.

El líder del PP, Pablo Casado, ha pedido a Pedro Sánchez que "cese del Gobierno" a los que atacan a la monarquía, a la prensa libre, a quienes "defienden la autodeterminación, justifican a ETA" y cuestionan la calidad de la democracia española, ha dicho en referencia a Iglesias.

Desde Ciudadanos, su portavoz adjunto, Edmundo Bal, ha preguntado a Iglesias "si es Gobierno u oposición" por las afirmaciones que ha hecho en los últimos días y ha culpado a Pedro Sánchez de "tenerle muy consentido" y permitirle todo.

También el PP y Vox han acusado a Sánchez de alentar el vandalismo desde el Gobierno, en referencia a la posición de Iglesias, cuyo partido ha esquivado la condena explícita de los disturbios registrados en las manifestaciones contra el encarcelamiento del rapero Pablo Hasel.

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