El viraje que Casado quiere dar al PP con los cambios no implica acuerdos con el PSOE

Solo la expresidenta del PP madrileño y de la comunidad, Esperanza Aguirre, ha lamentado el cese de Álvarez de Toledo, de la que ha dicho que ha sido la "mejor" portavoz y ha destacado su defensa de los "principios y valores" del partido
Casado se compromete ante sus 'barones' a liderar una "mayoría centrada" y no un PP "bronco"
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El viraje que el líder del PP, Pablo Casado, quiere imprimir al rumbo del partido con la destitución de la portavoz parlamentaria y la integración en la dirección de perfiles más "moderados" no implica acuerdos con el PSOE, sino reforzar el perfil de gestión y de alternativa de Gobierno.

De momento, no hay "nada" sobre posibles negociaciones con el PSOE en asuntos como los presupuestos o la renovación de los órganos judiciales, según fuentes de la dirección del partido, en los que no vislumbran acuerdos pese a las declaraciones de Cayetana Álvarez de Toledo, al despedirse ayer de su cargo de portavoz parlamentaria.

En su intervención ante los medios, manifestó que uno de los motivos de su destitución era su "actitud" ante estas negociaciones de cara a la nueva etapa política que empieza en septiembre y el hecho de que ella no es "partidaria" de un pacto sobre la justicia.

Pero desde el partido, aseguran que respecto a los presupuestos "todo sigue igual" y no tienen "ni un papel" sobre la mesa del borrador de estas cuentas públicas, aunque insisten en que los postulados del PP son "incompatibles" con los de Podemos.

Solo si el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, plantea algo "razonable" lo estudiarán, siempre desde estas premisas de que mantienen principios contrarios.

Para el nuevo curso político, el PP pretende destacar estos perfiles "serios" de personas que hayan demostrado capacidad de gestión, como la que será nueva portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, que dio la réplica al ministro de Sanidad, Salvador Illa, en sus comparecencias en el Congreso por el coronavirus.

También el de Ana Pastor, la vicepresidenta segunda del Congreso, quien ya fue la portavoz del partido en la Comisión de Reconstrucción del Congreso.

Y se crea un nuevo cargo, el de portavoz nacional para el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, con el objetivo de integrarlo en el Comité de Dirección y reforzar su figura, cuya popularidad se ha incrementado durante la pandemia.

Mientras, la manera de despedirse de Álvarez de Toledo, con críticas a su destitución que ve "perjudicial" para el PP, ha sido reprochada desde Génova, pese a que Casado le ha ofrecido seguir trabajando en el partido dentro de la Fundación Concordia y Libertad, que preside Adolfo Suárez Illana.

Más allá de las formas, que la dirección del PP cree que no han sido elegantes, la mayoría de las voces han considerado positivo el cambio de Álvarez de Toledo y han valorado como un paso hacia la moderación los nuevos perfiles que cobran protagonismo y que se integran en la cúpula de la dirección.

Solo la expresidenta del PP madrileño y de la comunidad, Esperanza Aguirre, ha lamentado el cese de la portavoz parlamentaria y manifestado su tristeza por el cese de Álvarez de Toledo, de la que ha dicho que ha sido la "mejor" portavoz y ha destacado su defensa de los "principios y valores" del partido.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se ha limitado a dar las gracias a la portavoz que se marcha al tiempo que ha dado la enhorabuena a los nuevos que serán "dos extraodinarios portavoces", en referencia a Gamarra y Almeida.

También la presidenta del PP vasco, Amaya Fernández, ha valorado la experiencia y el "perfil moderado" de los nuevos cargos, al igual que el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, entre otros, o el presidente del PP balear Biel Company, quien ha expresado su satisfacción porque Gamarra sea la nueva portavoz parlamentaria.

Desde fuera del partido, se han valorado estos cambios en el PP esperando que supongan un "mayor entendimiento" y diálogo con otras fuerzas, según la ministra de Política Territorial, Carolina Darias. Pero eso, solo el tiempo y un nuevo curso político lo dirán.

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