La consejera de Bienestar Social, Aurelia Sánchez, ha asegurado que la configuración de un nuevo modelo de atención a las personas mayores “no puede ser una iniciativa única, sino construirse en base al diálogo” y “de forma colaborativa” con todos los grupos, entidades y profesionales implicados.
Durante su intervención en el debate general relativo a la necesidad de un nuevo modelo de atención a los mayores en Castilla-La Mancha, presentado por el grupo parlamentario de Ciudadanos (Cs), Sánchez ha apostado por ofrecer esa atención “desde la cercanía”.
Por ello, ha señalado que el Gobierno regional avanza en una estrategia de proximidad para el cuidado de este colectivo en su entorno centrada en cuatro ejes: promoción del bienestar y de hábitos saludables, prestación de servicios de proximidad y promoción de la autonomía personal, atención de personas mayores en situación de soledad y dependencia vinculada a centros residenciales.
Respecto al primer punto, la consejera ha incidido en la necesidad de adaptar los programas de envejecimiento activo que se venían desarrollando y que han tenido que ser suspendidos como consecuencia de la pandemia y ha asegurado que, para ello, es “clave” el desarrollo de las competencias digitales y de las conexiones telemáticas.
En segundo lugar, ha hecho hincapié en que para los mayores “el hogar es el entorno más protegido que tienen”, por lo que durante la crisis sanitaria los esfuerzos se han centrado en garantizar la cobertura de sus necesidades a través de los servicios de teleasistencia y de ayuda a domicilio.
Respecto a las personas en situación de soledad, Sánchez ha destacado la colaboración de entidades como Cruz Roja, de la que ha dicho que ha llevado a cabo “un trabajo excelente”, con la atención de más de 13.000 usuarios.
Y sobre los centros residenciales, ha remarcado que han sido “el punto más crítico” durante la pandemia y que Castilla-La Mancha tiene la segunda mejor red de centros de España, con más de 26.000 plazas, lo cual ha considerado “un motivo de orgullo, pero también de responsabilidad”.
En este sentido, ha explicado que la coordinación sociosanitaria es “conjunta y continua” y ha recordado que se está ultimando un plan de respuesta temprana frente a la COVID-19 en los centros residenciales.
De su lado, el diputado del PSOE Pablo Camacho ha indicado que revisar el modelo de atención “no significa que el actual no haya servido”, sino “todo lo contrario”, pues en los últimos años ha ofrecido a este colectivo un sustitutorio del hogar, aunque ha abogado por adaptarse a las nuevas necesidades surgidas a partir de la pandemia para avanzar hacia otro “cada vez mejor”.
También el parlamentario del PP Vicente Aroca ha subrayado la importancia de adaptarse a las circunstancias y nuevos retos para atender “de mejor manera” a los mayores y ha defendido un modelo residencial “más pequeño, acogedor y humano”.
Igualmente, la diputada de Cs Úrsula López ha opinado que el actual modelo se ha quedado “obsoleto” y ha apostado por definir el papel de los centros residenciales, cuáles deben ser sus servicios y cómo tienen que ser sus equipos profesionales, al tiempo que ha criticado la “fragmentación y división” del sistema asistencial y sanitario que ha habido durante la crisis.
Por todo ello, tanto PSOE como Cs han demandado en sus propuestas de resolución la creación de redes de alerta para la coordinación entre los sistemas sociales y sanitarios, así como incluir la obligatoriedad de formación especializada de todos los profesionales de atención a personas mayores.
El grupo socialista también ha pedido incrementar las inspecciones en las residencias de personas mayores para velar por el cumplimiento de la normativa, mientras que Cs ha planteado realizar un plan de diagnóstico y auditoria de la situación.
Por su parte, el PP ha reclamado un contacto “permanente” de la Administración regional con el sector residencial, incrementar el personal sociaosanitario, garantizar a los residentes el acceso al conjunto del sistema sanitario y reforzar la medicalización en estos centros.
