Unos mensajes de texto de 2013 registrados por enfado ante notario que hablaban presuntamente del espionaje al extesorero del PP Luis Bárcenas enfrentarán este viernes en un careo en la Audiencia Nacional a quien fuese ministro del Interior Jorge Fernández Díaz y a su entonces número dos, Francisco Martínez.
Ambos están imputados por la supuesta operación parapolicial desarrollada entre 2013 y 2015 para espiar a la familia de Bárcenas en busca de documentos comprometedores para dirigentes del PP y presuntamente pagada con fondos reservados, el famoso caso Kitchen, una rama del caso Villarejo.
Los dos declararon la semana pasada pero sus notorias discrepancias acerca de unos mensajes que Martínez registró ante notario hicieron que el juez Manuel García Castellón ordenase de oficio un careo entre ambos dada "la carga incriminatoria que poseen".
"Chófer B. Sergio Javier Rios Esgueva (ahora hace esa función con su mujer)", decía uno de ellos, del 13 de julio de 2013; "Entiendo que hablamos mañana en cuanto tengas el contacto Cecilio", dijo otro de agosto de Martínez. La contestación fue: "Yo lo tendré al acabar el Consejo, así hemos kedado (sic). Total coordinación y medios. Hay que conseguir esa info...".
Martínez dice que los mensajes se los envío Fernández Díaz; el exministro, sin embargo, lo niega e incluso llegó a decir en un recurso que eran "perfectamente manipulables".
Según el auto donde el juez ordenaba el careo, Martínez explicó que uno de los mensajes "reflejaba el encargo que le había hecho el exministro" sobre "el confidente Sergio Ríos", el chófer de Bárcenas, y que en otro Fernández Díaz "le pidió que recabase información sobre cuestiones relacionadas con los delitos" que se imputaban al extesorero del PP y que le dijo que le daría un contacto en el CNI porque "en ese momento la prioridad del Gobierno era disponer de información" de Bárcenas.
Martínez reconoció que protocolizó los mensajes debido a su enfado porque "ni el ministro ni nadie se ha tomado treinta segundos" para darle "el beneficio de la duda".
Las discrepancias llevaron a la Fiscalía a pedir que el exministro entregase su móvil al juez cuando declaró como imputado pero en él no se encontró ningún mensaje correspondiente al contacto "Paco Martínez".
Según dijo Fernández Díaz, su anterior teléfono se rompió y adquirió otro en abril de este año, razón por la que el juez le ha pedido que entregue voluntariamente su anterior terminal.
Los mensajes no fueron el único objeto de choque entre las versiones de ambos exdirigentes del Ministerio del Interior.
Francisco Martínez dijo que el exministro estaba al tanto de la operación Kitchen, aunque matizó que nunca se llamó así y que siempre consideró que eran actuaciones legales en busca de la fortuna oculta de Bárcenas en el extranjero.
Lo negó Fernández Díaz: dijo no conocer la operación y si la hubiese habido sería una deslealtad que él no lo supiese, y aseguró no haber recibió instrucciones al respecto del expresidente del Gobierno Mariano Rajoy ni de la ex secretaria general del PP María Dolores de Cospedal.
Negó también que fuese él quien pidió a Martínez que confirmase si el chófer de Bárcenas era colaborador policial, como había dicho la víspera el ex secretario de Estado.
