El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha desvelado este domingo que se va a poner en marcha un estudio epidemiológico regional, que se sumará al que ha encargado el Ministerio de Sanidad a todas las comunidades autónomas, al objeto de "obtener un mapa más rico y detallado” sobre el impacto del coronavirus entre la población regional.
Así lo ha dado a conocer en rueda de prensa telemática el jefe del Ejecutivo regional, este domingo, tras su intervención en la séptima videoconferencia de presidentes autonómicos convocada por el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, en las últimas semanas, en el marco de la crisis sanitaria por el COVID-19.
"Vamos a doblar ese estudio", ha explicado García-Page, "para tener más certeza y más análisis sectorial y territorial" de la situación respecto a un estudio epidemiológico autonómico que "será más meticuloso, detallado y rico" que el que ha encargado del ministerio de Sanidad a todas las Autonomías, y que se iniciará "en cuanto tengamos los datos del estudio nacional", ha dicho.
Ha considerado, en este sentido, que "cuantas más pruebas hagamos, mejor para nosotros mismos", después de detallar que el ministerio de Sanidad ha encargado a Castilla-La Mancha, para el estudio nacional, 6.000 test a ciudadanos de la región.
"Apoyamos al Gobierno de España, cumplimos con el estado de alarma y con lo que nos dictan las autoridades sanitarias, pero estamos obligados a ayudar, completando y aportando nuestra estudio, de una región muy grande, con mucha gente desperdigada y muy dependiente de la movilidad en torno a la capital de España y la Comunidad de Madrid", ha subrayado.
Por otra parte, en la misma comparecencia, a preguntas de los medios de comunicación, García-Page ha dejado muy claro que "mi Gobierno no va a recortar en Sanidad" y ha garantizado el mantenimiento de la plantilla sanitaria porque "la necesitamos" porque, ha advertido, "la pandemia no va a acabar y durante bastante tiempo vamos a mantener un circuito sanitario ordinario para todo tipo de dolencias, además del específico para el COVID-19".
"El mejor aplauso a los profesionales sanitarios es no despedirlos. Nos ha costado mucho contar con ellos" y, al tiempo, ha dicho que "ojalá, que ante la escasez de médicos y sanitarios que hay en España, se quedan aquí".
Y, subrayado, que "llevamos cinco años escalanado y ahora no estamos para desescalar".
CREACIÓN DE UN CONSEJO SOCIAL
Además, el presidente de Castilla-La Mancha ha avanzado durante su comparecencia que el próximo martes, en la reunión del Consejo de Gobierno, se va abordar la creación de un Consejo Social para la transición social y económica en el que tomará parte toda la sociedad regional, además de reforzar el propio Comité de Sanidad, que viene trabajando en la pandemia por el COVID-19.
Así lo ha comunicado tras la reunión celebrada, junto al resto de presidentes de la comunidades autonómicas, con Sánchez, en la que el jefe del Ejecutivo castellano-manchego ha evaluado el contar con "responsabilidad" en la toma de decisiones "cuando hasta ahora está concentrado en una autoridad única", el Gobierno estatal, ante el futuro desconfinamiento.
Al Comité técnico y administrativo en materia sanitaria, que dirige la consejería de Sanidad, e incluye a distintas consejerías -Economía, Administraciones Públicas, Bienestar Social-, y "ahora que el Estado esta empezando a hacer responsables al resto de territorios", en la desescalada gradual del estado de alarma, ha anunciado que "vamos a crear un Consejo Social para la transición social y económica".
Un organismo, ha dicho, en el que "participen organizaciones empresariales, de todos los sectores, turismo, automoción, transporte, logística, agricultura y ganadería; la Federación de Municipios y Provincias; Fuerzas de Seguridad, organismos e instituciones de todo ámbito, que coordine tanto las decisiones que desde Madrid nos dejen tomar como las que considere cada comunidad", siempre contando con "el concepto de vecindad", ha aclarado, de cara a la estrategia de desescalada.
Un Consejo, ha subrayado García-Page, que "traslade nuestra recomendaciones, reflexiones y estrategias al Gobierno de España para que lo ponga en conjunto con el resto de Autonomías" de cara a "estar perfectamente preparados para una segunda fase, de transición y convivencia con el virus, para reactivarnos en la vida diaria".
Y, aquí, ha valorado los datos positivos en el descenso de la pandemia, aunque ha avisado que "no hay que echar las campanas al vuelo, porque de esto se sale poco a poco, midiendo cada paso" y de seguir teniendo prudencia que "no prolongue la inseguridad, el miedo al contagio", que se confirmará en la región con el reparto masivo de mascarillas, entre las medias para que no haya problema de estrangulamiento" del material de protección.
Desde "la seguridad y el rigor" para acabar con el virus, el presidente de Castilla-La Mancha ha creído necesario mantener el cierre de fronteras, pero también "descongestionar la movilidad interior" de manera prudente para no retroceder en la crisis sanitaria, una vez que "cada vez se realizan más PCR y test" para controlar los contagios, al dejar claro que "la vida, la salud" está por encima de lo político o lo económico.
Por ello, ha pedido que sin romper "el mando único en la unidad de acción" que ostenta el Gobierno central, se cree una "España útil" que no tenga barreras ideológicas ni territoriales, porque la pandemia "es lo único asimétrico en el planeta", y por ello no coge "el individualismo, el localismo", sino que "hay que salir juntos, no ha ninguna posibilidad de salir separados", de cara a la "nueva fase de transición y convivencia" con el virus.
Un traspaso que no ha sabido decir cuando se producirá, aunque ha admitido que la "ejemplar" disciplina de la ciudadanía de la región durante el estado de alarma puede facilitar la progresiva transición.
"Hay mucho espacio para la confianza y mi objetivo, como presidente de Castilla-La Mancha, es que se recupere", a lo que ha sumado, las positivas "noticias" que llegan desde la Unión Europea (UE), que "esta respondiendo a las llamadas de España, Portugal, Italia, Grecia" para un rescate global.
Por último, García-Page ha señalado que ha pedido al presidente español que reúna, con carácter regular, a partir de ahora, al Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) con el objetivo de "trabajar" con vistas a los próximos cinco-siete años y adoptar acuerdos conjuntos que, ha aclarado, "no va a ser fácil con los partidos políticos, pero si con el Gobierno actual".
"Las cosas no van a ser fáciles pero, dentro de la dificultad, tengo mucha esperanza y confío en que cuando se salga de nuevo se vuelva a recuperar el tiempo perdido, el turismo, el ocio, las relaciones", ha concluido.
