Diversos expertos en la lucha contra el terrorismo yihadista reunidos en un seminario sobre la materia en Toledo han coincidido este martes al destacar el riesgo que asume el Estado Islámico (DAESH) desde el punto de vista de su seguridad a la hora de hacer un uso excesivo de Internet y las redes sociales para la difusión de su propaganda.
En el marco de unas jornadas organizadas por la Asociación de Periodistas Europeos bajo el título 'Yihadismo: del terror a la guerra', varios representantes de la universidad, las Fuerzas Armadas, la Policía y la Guardia Civil han compartido sus puntos de vista acerca de la denominada 'ciberyihad'.
El analista Manuel R. Torres, director del curso de Experto Universitario en Análisis del Terrorismo Yihadista de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla ha centrado su intervención en la propaganda de los yihadistas, principalmente en Internet.
"FACILITAN MUCHOS DATOS"
A su juicio, este grupo terrorista "no es consciente de dónde se ha metido" ya que el uso excesivo de las redes "les está situando en una posición de debilidad porque facilitan muchos de sus datos".
Torres ha vaticinado incluso que el grupo dirigido por Abu Bakr Al Bagdhadi "terminará replegándose hacia el Internet oculto". Durante el coloquio se ha recordado varias veces la reciente operación militar contra intereses del DAESH propiciado a partir de un selfie que se hizo uno de sus miembros desde la zona.
El teniente coronel Félix Estrada, experto en Seguridad del Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas, ha recordado que en ocasiones los teléfonos móviles de los terroristas "están geolocalizados".
CROWDFOUNDING PARA UN KALASHNIKOV
En cualquier caso, ha admitido que están haciendo un uso eficaz de las nuevas tecnologías y ha alertado de que están usando el terrorismo para financiarse, incluso han realizado fraude con tarjetas bancarias o campañas de croudfounding, por ejemplo, para comprar un kalashnikof.
En cuanto al modo de perseguirles en Internet ha lamentado que es difícil y que "no se le pueden poner puertas al campo" ya que "cuando se les cierra una cuenta, se abren otra e incluso usan cuentas de aquellos conversos que aún mantienen nombres occidentales".
El inspector jefe de la sección de Ciberterrorismo de la Policía Nacional, Alfonso Estévez ha destacado también que "se está recogiendo mucha inteligencia de ellos" a partir del uso de Internet y en su exposición ha dicho que existen grupos de hackers de orientación yihadista que usan la red para lanzar ataques a objetivos que son elegidos en función de su vulnerabilidad.
HACKERS YIHADISTAS
En ese sentido, ha celebrado que se vayan a calificar esos ataques en la red como delitos terroristas siempre que se demuestre que tenían esa motivación, "lo que supondrá un incremento de las penas".
Por su parte, el comandante de la Guardia Civil Andrés Martínez, destinado en el área Internacional del Servicio de Información del Instituto Armado ha admitido las dificultades de luchar contra la propaganda yihadista en Internet, pero ha hecho un llamamiento a hacer "el esfuerzo para combatirlo". "Igual que es difícil parar el tráfico de estupefacientes, pero tenemos que hacer el esfuerzo por que no se vendan en la puerta de los colegios", ha defendido.
DOS NIVELES DE PROPAGANDA
En ese sentido, ha explicado que en el DAESH hay dos niveles a la hora de difundir su propaganda: por un lado están las grandes producciones del grupo y por debajo "otro tipo de propagandistas que son distintos, personas que en zona de conflicto hacen una difusión en Facebook o twitter con toda la parafernalia". "Dudo que hayan disparado alguna vez", ha apuntado.
"Quien cuelga comentarios en Facebook sabe que lo estamos viendo pero le da igual, él no va a volver, sabe que su vida o su muerte está allí ya. Lo único que quiere es tratar de que venga más gente o fardar", ha explicado al tiempo que ha reconocido tener información de que "por parte de las estructuras del DAESH tratan de que sus soldados hagan un uso responsable del componente tecnológico".
Finalmente, el Capitán de Fragata Federico Aznar ha opinado que si se quisiese se podría haber acabado ya con el DAESH y que bastaría con "enviar a la zona a seis millones de soldados", pero a su juicio no es un problema militar. "El problema no es ganar la guerra, sino gana la paz que es otro tema mucho más difícil", ha sentenciado.
