Regantes celebran el fin de la primera fase de planificación hidrológica

El presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (FENACORE), Andrés del Campo, ha manifestado que este es "un buen día para los regantes" por la aprobación de los planes hidrológicos de las cuencas del Júcar y del Segura que, acercan el día de la puesta en marcha de un Plan Hidrológico Nacional.

En declaraciones a Europa Press, Del Campo ha recordado que la Directiva Marco del Agua fijaba diciembre de 2009 para terminar los planes de cuenca y que este retraso puede ocasionar a España "cuantiosas sanciones" por parte de Bruselas debido al incumplimiento de plazos.

A su juicio, la causa de este retraso es "la contaminación política del agua" y los "continuos enfrentamientos" entre las distintas comunidades autónomas que han generado una "auténtica torre de Babel" donde cada territorio habla su propio lenguaje y se reparten este recurso de acuerdo a los intereses políticos y no en base al interés general y a criterios técnicos.

Para Del Campo, estos casi cinco años de retraso son la consecuencia del "grave error" político que ha supuesto territorializar los ríos y por permitir a las comunidades autónomas saltar por encima de la Constitución y, apropiarse, mediante sus estatutos de autonomía de competencias exclusivas del Estado.

Además, ha añadido que España tiene 25 demarcaciones hidrográficas, más del doble que el resto de países del entorno con un número similar de ríos y ha valorado que en otros países como Alemania, Francia o Portugal la política hidrológica es "infinitamente más sencilla" porque simplifican las demarcaciones, logrando una mejor coordinación de la organización de los recursos hídricos.

En esta línea, ha criticado también el diseño de una política cortoplacista que depende, muchas veces, del Gobierno de turno, lo que tampoco ha ayudado, en su opinión, ha agilizar la aprobación de los planes. "Lo deseable hubiera sido un consenso entre los partidos mayoritarios para que los planes que se proyectan en una legislatura se ejecuten durante el ciclo político que corresponda sin depender de las prioridades de quien gobierne entonces, como ha venido ocurriendo hasta ahora", ha manifestado.

Esto se debe a que no se ha planificado teniendo en cuenta el interés general y los criterios técnicos, sino el interés "localista" de las comunidades autónomas y estima que, de lo contrario, la planificación hidrológica se resolvería en su plazo y sin dificultad".

Reclaman un Plan Hidrológico Nacional

Por ello, considera que España va por un camino equivocado y que necesita una administración central fuerte que ordene el 'tutum revolutum' de las comunidades autónomas. Además, ha reclamado que se pongan ya en práctica los planes de cuenca y que se acometa el Plan Hidrológico Nacional para la distribución y el abastecimiento de agua de forma equitativa.

Asimismo, ha defendido la necesidad e importancia de las obras de regulación, como los embalses y los trasvases porque "siguen siendo necesarios" y servirán de herramienta de gestión de los efectos del cambio climático, al tiempo que cree que los impactos ecológicos de estas obras se deben limitar. "Sin obras hidráulicas de regulación apenas podrían vivir en España 4 millones de habitantes en verano, cuando la población de unos 70 millones de habitantes flotantes", ha advertido.

En este contexto, ha recordado que era voluntad del exministro Miguel Arias Cañete elaborar un Plan Hidrológico Nacional y opina que, si este dependiera de los usuarios sería más fácil de lograr. En todo caso, ha dicho que está convencido de que su sucesora, Isabel García Tejerina, será continuista con la política de agua de Arias Cañete y que tratará de imponer el criterio técnico sobre el político para agilizar la planificación hidrológica.

Finalmente, ha celebrado la aprobación de los planes de cuenca del Júcar y del Segura y ha alentado a trabajar ahora en la segunda fase de la planificación. A este respecto, ha apuntado que ya se está trabajando en el Esquema de Temas Importantes, aunque estima que la revisión será ligera y que los planes ya aprobados se modificarán poco y ha concluido que "más bien se tratará de ajustes".

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