El líder del PP, Pablo Casado, no ha dejado de hacer símiles deportivos desde que los resultados de las generales situaron al partido en el "suelo" de 66 diputados, con los que ha marcado la estrategia a seguir para una "remontada" en la "segunda vuelta" de la contienda electoral el 26 de mayo.
Primero fue lo de "devolver todas las bolas" a Ciudadanos y Vox y después lo de no dar el partido por perdido cuando queda una "segunda parte" en la que lo que hay que hacer es "cerrar filas" e "ilusionar" en el vestuario y también a la afición.
Con esta receta, pretende mejorar la perspectiva para el PP y para él mismo como líder, pese a asegurar que su mandato de cuatro años no está en entredicho tras haber sido elegido hace solo nueve meses.
Algunos barones regionales no lo ven de la misma manera y, a pesar de cerrar filas en torno al líder en el Comité Ejecutivo tras las elecciones, hubo quien apuntó a la cercanía de los comicios de mayo como argumento para no cambiar de entrenador en medio de la competición.
Pero una vez que finalice esta larga contienda electoral el PP deberá establecer el rumbo a seguir, ante la perspectiva de cuatro años con la mitad de diputados que en la legislatura anterior y como segunda fuerza del Congreso, en pugna con el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, que quiere liderar la oposición.
Frente a un Rivera crecido por su acercamiento en al PP al haber conseguido 57 escaños, nueve menos que los populares, Casado tira de cifras para intentar alejarse en el marcador.
El PP presenta 7.000 candidatos a alcaldes, con un total de 60.000 personas en las candidaturas, y también para presidir todas las doce comunidades autónomas que celebran elecciones. Este es el músculo que exhibe el PP frente a la formación naranja, que no cuenta con tanta implantación territorial.
Además, el partido ha ganado el 28 de abril en 2.444 municipios, frente a los 115 en los que ha vencido Ciudadanos y los 72 de Vox, según el líder del PP, mientras que el PSOE ha obtenido la victoria en 3.991.
Unos números que sirven a Casado para justificar su "optimismo" de cara a las elecciones autonómicas y municipales, en las que confía en que remontará los resultados y conseguirá evitar la "división costosa" del voto de centro derecha que cree uno de los factores fundamentales de la caída del PP en las generales.
En este terreno de juego, una de las batallas fundamentales para el PP se sitúa en Madrid, tanto en la Comunidad, que aspira a mantener como en la ciudad, que quiere recuperar, así como el Ayuntamiento de Valencia.
Perder Madrid supondría un duro varapalo para el partido tras la debacle del 28 de abril, pero el partido también quiere seguir siendo el "contrapeso" autonómico a Pedro Sánchez en Castilla y León, donde gobierna desde 1987, y en Murcia o La Rioja, además de recuperar Castilla-La Mancha Extremadura y Aragón.
El CIS dibuja un panorama muy distinto para el PP, con el PSOE como fuerza más votada en todas las comunidades, excepto Cantabria y Navarra, y la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que podría revalidar su cargo con el apoyo socialista.
Los socialistas también subirían en las elecciones europeas, en las que sumarían entre tres y cuatro escaños a sus actuales 14, mientras el PP se quedaría entre 11 y 12.
Actualmente, el PP tiene 16 eurodiputados y cuenta con más 2.300 alcaldes y más de 22.000 concejales, además de gobernar en cuatro de las autonomías que celebran elecciones. Habrá que ver como queda el marcador tras el 26 de mayo para evaluar si continúa siendo un partido de primera o pasa a segunda división.
