El emérito se despide de Galicia con premios y ganas del reencuentro familiar

Felipe VI y su padre se reencuentran este lunes en Zarzuela tras dos años de distanciamiento
El rey emérito Juan Carlos I recoge una placa por promocionar la vela de manos del patrocinador de la regata InterRias, Fabián Buezas (c-i) tras la regata disputada este domingo en Sanxenxo - EFE/Lavandeira
photo_camera El rey emérito Juan Carlos I recoge una placa por promocionar la vela de manos del patrocinador de la regata InterRias, Fabián Buezas (c-i) tras la regata disputada este domingo en Sanxenxo - EFE/Lavandeira

El rey Juan Carlos I ha protagonizado este domingo una intensa jornada en su último día con actividad pública en Galicia tras regresar a España y en la víspera de reunirse en el Palacio de la Zarzuela, en un encuentro privado, con su hijo Felipe VI y otros miembros de la familia real, a los que ha dicho tener "muchas" ganas de volver a ver.

Apenas superadas las diez y media de la mañana, el rey emérito hizo acto de presencia en la sede del Real Club Náutico de Sanxenxo (Pontevedra), eje central de sus apariciones en este fin de semana largo (llegó el jueves por la tarde), el primero que pasa en España después de que hace 21 meses trasladara su residencia a Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) perseguido por el escándalo de sus negocios en el extranjero.

En un primer instante, Juan Carlos I rehusó hacer declaraciones a la prensa, aunque, tras desayunar y pasar en el interior del club algo menos de una hora, dejó las instalaciones rumbo al pantalán y, en ese momento, sí atendió las preguntas de los periodistas.

"Pregunta. Pregunta tú", le respondió a uno de los informadores que le inquiría acerca del próximo encuentro con los miembros de la Casa Real, una respuesta dada en un tono seco y cortante, cerrada con un gesto con su mano derecha.

"Yo estoy aquí, en Sanxenxo", añadió acto seguido, mensaje enviado en un fin de semana en el que ha recibido la visita de su hija la infanta Elena y de algún otro familiar, pero no de su hijo ni de autoridades políticas destacadas.

Tras esto, el rey emérito embarcó a bordo del "Bribón 500", su barco, con el que hoy sí pudo competir como parte de la tripulación en una nueva jornada de regatas del Trofeo Viajes InterRías en la categoría de 6 Metros, después de que ayer no pudiera hacerlo por las condiciones meteorológicas.

El equipo de Juan Carlos I finalizó en cuarta posición la manga del día de hoy, aunque los buenos resultados cosechados en la jornada del viernes le han permitido obtener la victoria final en esta prueba perteneciente a la Copa de España de vela.

Tras algo más de dos horas en el mar, el emérito regresó a tierra y participó en la entrega de trofeos de esta competición, donde él mismo recibió el galardón que acredita a su embarcación como la vencedora de la prueba, en un escenario al que subió acompañado de su anfitrión y amigo Pedro Campos y del resto de la tripulación.

No fue la única vez que pisó la tribuna colocada en el puerto de Sanxenxo, dado que previamente ya le había sido entregada una placa por parte del Real Club Náutico de la localidad que le agradece su "colaboración" con el deporte de la vela y su promoción de la villa y de toda Galicia como destinos turísticos.

A su salida de esta ceremonia, y de nuevo desde el coche de Pedro Campos, Juan Carlos I atendió otra vez más las preguntas de la prensa y sus palabras fueron más amables que por la mañana. "Muchas", fue su respuesta acerca de las ganas de ver a su familia y dijo además esperar de ese reencuentro "muchos abrazos".

Acto seguido, puso rumbo a Nanín, lugar próximo a Sanxenxo donde se hospeda y desde el que en las próximas horas, a la espera de concretar el momento exacto, partirá hacia Madrid para pasar el que será su último día en España antes de regresar de nuevo a los emiratos.

El rey emérito ha centralizado la atención política y mediática durante todo el fin de semana y su presencia, lejos de ser anecdótica, ha provocado todo tipo de declaraciones de líderes políticos e institucionales.

Si el sábado fue cuando más arreciaron las críticas hacia su figura, incluidas las emitidas por miembros del Gobierno como Alberto Garzón, hoy ha sido cuando el líder del PP y de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, ha defendido su presencia en Galicia y ha censurado que se utilice "como coartada para erosionar la Constitución española y la jefatura del Estado".

En declaraciones con motivo de su intervención en el congreso del PP gallego, Feijóo ha sostenido que "el rey está haciendo lo que le corresponde, de acuerdo con sus derechos y libertades", además de terciar que "no parece razonable" que se ponga en duda la idoneidad de su presencia cuando "no tiene causa pendiente alguna" y "ha sido rey de España durante varias décadas".

Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha evitado hacer alusión expresa este 22 de mayo al regreso de Juan Carlos I, pese a mantener agenda pública con un acto en Granada junto al que será el candidato del PSOE a las próximas elecciones andaluzas, Juan Espadas.

EL REENCUENTRO CON SU HIJO

Felipe VI se reencontrará este lunes con Juan Carlos I después de más de dos años de distanciamiento que el actual jefe de Estado marcó respecto a su padre al conocer los negocios irregulares en el extranjero que llevaron a su marcha a Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) en agosto de 2020.

El Palacio de la Zarzuela va a ser el escenario de la cita, en la que don Juan Carlos también se va a ver con la reina Sofía y otros miembros de la familia, en el colofón de su primera visita a España, que inició el pasado jueves en Sanxenxo (Pontevedra) y tras la que regresará a Abu Dabi.

La Casa Real la considera “un encuentro familiar en el ámbito privado”, por lo que no la ha incluido en la agenda de actividades oficiales de Felipe VI.

Por el momento, la Zarzuela no tiene previsto publicar ninguna foto de la reunión, aunque hay precedentes de actos privados de los que finalmente ha facilitado alguna imagen.

Felipe VI acordó el encuentro con su padre cuando le telefoneó hace una semana desde Abu Dabi, adonde viajó para trasladar las condolencias por la muerte de un mandatario del país árabe.

La Casa del Rey justificó que conversaran por teléfono y no se vieran en persona en que fue una estancia breve y ceñida a la ceremonia fúnebre.

Don Juan Carlos regresó a España el pasado jueves después de casi dos años desde que se marchara a vivir al emirato.

Finalmente optó por comenzar su viaje de cinco días en Sanxenxo para navegar con el "Bribón" y estar con sus amigos de la vela, en vez de hacerlo en Madrid para encontrarse con su hijo y su familia.

La última imagen de Felipe VI y su padre juntos fue a finales de enero de 2020, en el funeral de Pilar de Borbón, hermana de Juan Carlos I, donde también estuvieron la reina Sofía y las infantas Elena y Cristina.

Mes y medio después, el 15 de marzo, al día siguiente de decretarse el confinamiento por la pandemia, la relación entre ambos se quebró cuando Felipe VI decidió renunciar a su herencia y retirarle la retribución anual del Estado -unos 200.000 euros-.

El monarca tomó esta drástica medida tras conocer un año antes que era beneficiario de la sociedad opaca -la fundación Lucum- con la que don Juan Carlos manejó dinero en Suiza que ocultó a Hacienda.

Felipe VI ha sumado otros gestos para alejarse de su padre y marcar una raya entre su reinado y el suyo.

En su discurso de Nochebuena de 2020, cinco meses después de su marcha a Abu Dabi y con la investigación en marcha de la Fiscalía del Tribunal Supremo, el rey aseguró, sin mencionar a su padre, que "los principios morales y éticos" que los ciudadanos reclaman "obligan a todos sin excepciones" y están "por encima de cualquier consideración, de la naturaleza que sea, incluso de las personales o familiares".

También en el último mensaje navideño aseguró que las instituciones han de “ser ejemplo de integridad pública y moral".

A ello se une la aceptación por parte de Felipe VI de la decisión del Gobierno de que Juan Carlos I, en los viajes que haga a España, no se aloje en la Zarzuela, la que fue su residencia oficial durante 57 años.

A pesar del distanciamiento personal, el actual monarca sigue reconociendo el papel institucional que su padre desempeñó durante sus 39 años de reinado.

En el único discurso de los dos últimos años en el que don Felipe VI se ha referido directamente a su padre fue el 23 de febrero del pasado año en el Congreso, en el 40 aniversario de la intentona golpista.

El rey ensalzó el papel que desempeñó para que fracasara el golpe militar, al asegurar que "su firmeza y autoridad fueron determinantes para la defensa y el triunfo de la democracia".

De igual modo, en la carta en la que el emérito anunciaba su marcha de España, don Felipe expresó “su sentido respeto y agradecimiento” por la decisión y reafirmaba “la importancia histórica que representa el reinado de su padre, como legado y obra política e institucional de servicio a España y a la democracia”.

La cita de mañana en la Zarzuela va a supone además el reencuentro con la reina Sofía, pocos días después de que conmemoraran separados el 60 aniversario de su boda.

Doña Sofía no ha visitado a don Juan Carlos en los casi dos años que lleva en Abu Dabi.

La emérita sigue representando a la Corona en actos institucionales y tiene su propia agenda, como la que ha desarrollado esta semana en Miami (Estados Unidos), de donde retorna este domingo a Madrid.

Además de con su hijo y doña Sofía, Juan Carlos I se va a ver con “demás miembros de su familia", sin que la Casa Real haya concretado quiénes.

Se da por hecho que estará la reina Letizia y la infanta Sofía, no así la princesa Leonor, que está estudiando en Gales (Reino Unido), y la duda es si acuden las infantas Elena y Cristina y sus otros nietos, quienes le visitaron en la pasada Semana Santa en Abu Dabi, como reflejó la foto juntos que se publicó.

La infanta Elena le dio la bienvenida el pasado jueves en Vigo y ha estado con él en Sanxenxo, y don Juan Carlos también vio el sábado a su nieto Pablo Urdangarin en un partido de balonmano en Pontevedra.

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