Los pantanos de Entrepeñas y Buendía, en la cabecera del río Tajo, acabarán el año 2017 al 9,42 por ciento de su capacidad total de embalse, prácticamente igual que la semana anterior pero muy por debajo de las cifras de los años anteriores.
Los pantanos de cabecera han ganado en la última semana 0,28 hectómetros cúbicos, con lo que su reserva se sitúa en 233,26 hectómetros, el 9,42 % de su capacidad total de embalse que es de 2.474 hectómetros cúbicos, según los datos publicados este jueves por la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT).
Este dato supone que los embalses de cabecera se encuentran por debajo del umbral mínimo no trasvasable según la Ley de Evaluación Ambiental, fijado para este año en 368 hectómetros cúbicos, una cifra que se alcanzó a mediados de mayo de este 2017.
El embalse de Buendía, situado en la provincia de Cuenca, tiene esta semana 156,74 hectómetros cúbicos de agua embalsada (0,28 más que la semana pasada), que suponen el 9,56 por ciento de su capacidad total de embalse, que es de 1.639 hectómetros cúbicos.
Por su parte, la reserva de agua en el pantano de Entrepeñas (Guadalajara) se ha mantenido sin cambios en la última semana de modo que almacena 76,51 hectómetros cúbicos, que es el 9,16 por ciento de una capacidad total de embalse de 835 hectómetros cúbicos.
El agua que almacena la cabecera del Tajo esta última semana de 2017 está muy por debajo de las registradas en los años anteriores, ya que 2016 cerró con 428,17 hectómetros (el 17,30 % de su capacidad); 2015 acabó con 318,69 hectómetros (12,88 %), y 2014 concluyó con 545,80 hectómetros cúbicos (22 %).
Además, los embalses de cabecera del Tajo acabaron 2013 con 689 hectómetros cúbicos (el 27,84 %) y 2012 con 571 hectómetros, el 23 % de su capacidad total.
Esta última semana de 2017, los embalses de la cuenca hidrográfica del Tajo almacenan 4.117,28 hectómetros cúbicos de agua, que son 7,9 más que la pasada semana y suponen el 37,40 por ciento de la capacidad total de almacenaje, que es de 11.007 hectómetros cúbicos.
DENUNCIA DE LOS MUNICIPIOS RIBEREÑOS
Por su parte, los municipios ribereños han calificado el año 2017 que termina como "nefasto" para los embalses Entrepeñas y Buendía, y lamentan que el Tajo está "muerto" pero en Levante piden más trasvases.
"La situación es lamentable, la ministra Tejerina y las políticas de Rajoy y Cospedal han llevado a una situación límite a los embalses de cabecera del Tajo y a sus municipios ribereños, muertos de sed y sin inversiones por parte del Gobierno. Europa empieza a alertarse y los ribereños exigimos soluciones", han afirmado en una nota de prensa.
El presidente de la Asociación de Municipios Ribereños, Francisco Pérez Torrecilla, ha admitido que "se hace difícil pedirle algo bueno al 2018, porque sabemos que hoy por hoy no está en la agenda del Gobierno poner solución a esta situación de la única forma en que es posible hacerlo: dinamitando definitivamente el trasvase".
Aún siendo el año menos lluvioso, en 2017 se han trasvasado oficialmente 82,5 hectómetros cúbicos de agua, dejando Entrepeñas y Buendía en una "paupérrima" capacidad, según los ribereños.
Sobre la petición de los agricultores del SCRATS pidiendo un trasvase extraordinario, Pérez Torrecilla ha dicho: "van a trasvasar cieno mezclado con nuestras lágrimas, que es lo único que queda; y pronto pedirán también nuestra sangre".
Según sus datos, hay que remontarse a 2006 para observar cifras tan bajas de agua embalsada, un año en que la cabecera estaba al 9,74 % de su capacidad.
"Nos queda la esperanza de que la Comisión Europea nos ha dado la razón, calificando como insostenible el trasvase y urgiendo a poner en marcha las desaladoras para las que tanto dinero se aportó desde la propia Unión", ha manifestado Pérez Torrecilla.