Ayuno y abstinencia para iniciar la campaña electoral de las próximas elecciones generales

Aunque ningún partido se atreve a apostar por una suspensión total de los actos en esta primera semana de campaña, sí está claro que habrá una actividad preelectoral de perfil bajo para celebrar la Semana Santa

En imágenes de archivo los principales líderes políticos, Pablo Casado (PP), Pedro Sánchez (PSOE), Albert Rivera (Cs), Pablo Iglesias (Podemos) y Santiago Abascal (Vox)
photo_camera En imágenes de archivo los principales líderes políticos, Pablo Casado (PP), Pedro Sánchez (PSOE), Albert Rivera (Cs), Pablo Iglesias (Podemos) y Santiago Abascal (Vox)

El próximo 12 de abril empieza una nueva campaña electoral, la tercera para unas elecciones generales desde 2015, cuyos actos no estarán marcados solo por los resultados de las encuestas, sino por las celebraciones religiosas previstas por toda la geografía española con motivo de la Semana Santa.

Aunque ningún partido se atreve a apostar por una suspensión total de los actos en esta primera semana de campaña, sí está claro que habrá una actividad preelectoral de perfil bajo para celebrar estas fechas, en las que la tradición católica establece para el Viernes Santo el ayuno y la abstinencia para sus fieles.

La dirección del PSOE ha reconocido que en este primer tramo de la carrera de quince días hacia las urnas "bajarán el pistón", sin que esto suponga una suspensión de la campaña electoral, ya que se seguirán celebrando distintos actos.

Los socialistas están dispuestos a no celebrar mítines electorales el Jueves y el Viernes Santo, que serán sustituidos por paseos por la calle y otras actividades para que los candidatos puedan mantener el contacto directo con los ciudadanos que se busca en estas dos semanas previas a las elecciones.

El PSOE reconoce que sería una "marcianada" que el presidente Pedro Sánchez y el resto de candidatos socialistas continuaran su agenda de actos de campaña obviando la tradición de la Semana Santa en España y creen que lo más "razonable" y de "sentido común" es no hacer campaña en sentido estricto el Jueves y Viernes Santo.

Pero tanto los socialistas como el PP aseguran que no han hablado del tema entre las direcciones de los partidos, aunque sí reconocen que se está abordando esta cuestión a nivel local entre algunas formaciones.

Desde la dirección del PP apuestan por "no molestar a la gente" y, a pesar de que no se suspenda la campaña de manera oficial, tienen claro que no van a celebrar grandes mítines en estos dos días que pudieran coincidir con las principales procesiones en la mayoría de las ciudades de España.

El secretario general del PP, Teodoro García Egea, ya aseguró esta semana que van a celebrar la Semana Santa, de la que él será pregonero en Murcia, "como se merece", y que prefiere "ver en las farolas de las ciudades los símbolos de las cofradías y celebrar el Viernes de Dolores como Dios manda, y no ver las caras de los políticos".

El PP murciano ha anunciado que no hará actos de campaña electoral durante la Semana Santa y en Andalucía también se están planteando esta opción.

A nivel estatal será difícil que los partidos se pongan de acuerdo para acallar los lemas de campaña y obviar los carteles electorales en esos días, pero en algunos municipios es posible.

De hecho, los cuatro grupos políticos con representación en el Ayuntamiento de Lorca -PP, PSOE, IU-V y Cs-, donde la Semana Santa es fiesta de Interés Turístico Internacional, ya acordaron el martes no colocar propaganda electoral de las generales en las calles por las que pasan las procesiones.

Ciudadanos coincide en plantearse una campaña de perfil más bajo los días de Semana Santa porque no tendría sentido, explican a EFE fuentes del partido, montar grandes actos electorales por la tarde cuando casi toda España está celebrando procesiones.

De todos modos aún no se han puesto a elaborar el programa de la campaña, cuyo responsable es el secretario general, José Manuel Villegas, porque aún quedan más de dos meses y, en este momento, lo más inmediato en la agenda son las primarias.

Lo que si parece es que van a apostar, como es habitual en Cs, por una campaña muy pegada a la calle, con actos que buscan un contacto más cercano con los electores, aparte de otros actos más sectoriales.

La situación es distinta para Podemos, ya que, en principio, no le preocupa mucho que la campaña electoral caiga en plena Semana Santa, porque no piensa que su militancia se vea condicionada de alguna manera por ello.

Pero tampoco ha cerrado todavía su planificación, así que no es descartable que al final los morados se vean arrastrados por lo que hagan otros partidos y tengan que tener en cuenta que no solo pesan las tradiciones religiosas, sino que además es uno de los periodos que más aprovechan los españoles para tomarse unos días de vacaciones.

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