Ángel Nicolás ve el decreto andaluz un "atraco" y el escrache "un delito"

El presidente de la Confederación de Empresarios de Castilla-La Mancha (Cecam), Ángel Nicolás, manifestó este jueves que el decreto-ley aprobado por la Junta de Andalucía sobre expropiaciones a los bancos e inmobiliarias es un "atraco", mientras que el escrache le parece "un delito" escondido bajo un "título".

Nicolás hizo estas consideraciones a preguntas de los periodistas sobre ambos temas durante la firma de un convenio de colaboración entre la Federación Empresarial toledana (Fedeto) y Mapfre en materia de seguros sanitarios.

Respecto al decreto andaluz que incluye sanciones de hasta 9.000 euros a bancos e inmobiliarias que no alquilen viviendas vacías y la expropiación de casas, consideró que se trata de "un ataque frontal y una imposición a la propiedad privada".

"Me parece una cosa tan negativa como el hecho de que asalten los supermercados de esta u otra marca para que la gente coja los productos, me parece un atraco", afirmó el presidente de la patronal castellanoamanchega, quien recordó que España es un país que en el siglo XXI ha optado por un modelo de convivencia basado en el derecho.

Así, apuntó la necesidad de que, si se quiere "cambiar el modelo, se sepa y se tenga la posibilidad de saber a quién se vota y con qué modelo" van a actuar.

Nicolás insistió en que "hay cosas que sobran", como también "los acosos que se están produciendo de manera permanente".

A su juicio, el escrache es "una manera de poner un título a un delito, tipificado en el Código Penal, que es el acoso y la amenaza".

El presidente de Cecam manifestó que el primer recuerdo que tiene de esta práctica fue el acoso que sufrió el actual diputado del PP Agustín Conde cuando estaba al frente de la Alcaldía de Toledo, tras un conflicto con la Policía Local.

Los hechos ocurrieron, relató, cuando al salir Conde de su domicilio con sus dos hijos para llevarles al colegio, que "podrían tener entre 2 y 4 años", su coche fue acorralado por un grupo de policías locales, que "aporrearon los cristales", mientras que los niños estaban "aterrorizados".

"Este tipo de cosas está tipificado y no se deberían consentir, pero hacia nadie", aseveró Nicolás. 

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