El 20D pone a prueba un fortín del bipartidismo y la fuerza de Cospedal en Castilla-La Mancha

Las elecciones pondrán a prueba en CLM la gestión del nuevo Gobierno socialista con apoyo de Podemos, pero sobre todo serán piedra de toque para el bipartidismo y, en especial, para el PP, que ha conseguido destacadas victorias en las generales

Mariano Rajoy (PP), Pedro Sánchez (PSOE), Albert Rivera (C´s) y Pablo Iglesias (Podemos)
photo_camera Mariano Rajoy (PP), Pedro Sánchez (PSOE), Albert Rivera (C´s) y Pablo Iglesias (Podemos)

Las elecciones del 20 de diciembre pondrán a prueba en Castilla-La Mancha la gestión del nuevo Gobierno socialista con apoyo de Podemos, pero sobre todo serán piedra de toque para el bipartidismo y, en especial, para el PP, en una región en la que ha conseguido destacadas victorias en las generales.

Los cuatro partidos mayoritarios en liza, PP, Ciudadanos, PSOE y Podemos, se ven con opciones para lograr alguno de los veintiún escaños que se juegan en Castilla-La Mancha y todo apunta a que no se repetirá el resultado de los últimos comicios generales en la región, donde el PP arrasó con 14 diputados frente a los 7 del PSOE.

Además, las elecciones llegan siete meses después de que los 'populares' encabezados por María Dolores de Cospedal -que ha dejado su escaño en las Cortes regionales para ser candidata al Congreso por Toledo- perdiesen la Junta, pese a ser el partido más votado.

En los últimos veinte años, el PP ha ganado las elecciones generales al PSOE en Castilla-La Mancha y excepto en una ocasión, los comicios de 1977, en la región siempre ha estado implantado el bipartidismo.

Pero la última encuesta del CIS publicada a principios de diciembre refleja que el PP ganaría las elecciones generales en Castilla-La Mancha con 10 y 11 escaños; el PSOE obtendría entre 5 y 6, y muy cerca se situaría Ciudadanos con 5 escaños, mientras que Podemos no obtendría representación.

Esto supone que el PP perdería entre 3 y 4 escaños respecto a 2011 y el PSOE, entre 1 y 2. Y el CIS clavó el resultado en 2011.

Otros sondeos, sin embargo, coinciden en señalar que Podemos logrará al menos un diputado en el Congreso de los Diputados para representar a alguna provincia castellanomanchega.

Toledo es el principal escenario de la disputa, donde se reparten seis escaños y los cuatro partidos esperan conseguir representación; seguida de Ciudad Real, con cinco diputados; Albacete, con cuatro, y Cuenca y Guadalajara, con tres cada una.

Fuentes socialistas consultadas por Efe apuntan que Castilla-La Mancha podría ser la única comunidad donde el PSOE no pierda ningún escaño de los conseguidos en las últimas elecciones (siete de veintiuno), aunque reconocen que hay mucho voto indeciso y añaden que hay provincias en las que los diputados se decidirán por muy pocos votos, "hasta entre 500 y 700".

Para muchos, estas elecciones son un termómetro para conocer el estado de salud del pacto de investidura entre el PSOE y Podemos, partido que en las últimas semanas, con la cercanía de las elecciones, ha criticado algunas de las decisiones tomadas por el Gobierno regional.

Según el CIS, el partido de Pablo Iglesias no obtendrá representación castellanomanchega el próximo 20 de diciembre, pero desde Podemos rechazan los sondeos, aseguran que están en "remontada" y recuerdan que tampoco las encuestas les otorgaban diputados en las Cortes regionales el pasado mayo y lo lograron, al contrario que Ciudadanos.

Podemos cuenta con la baza de haber fichado como número uno al Congreso de los Diputados por Ciudad Real a Juan Pablo Wert, hermano del exministro de Educación José Ignacio Wert que consiguió popularidad en mayo de 2013 cuando participó en los actos de protesta contra los recortes educativos por parte del Gobierno del PP.

Ciudadanos, por su parte, confía en aprovechar el tirón de su líder nacional Albert Rivera para recortar la distancia de 28 puntos que le separan del PSOE, si se analizan los datos de las pasadas elecciones autonómicas.

Si bien, una de las candidatas que más se ha volcado en la campaña electoral ha sido la secretaria general del PP y presidenta del partido en Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, con varios actos públicos cada día dentro y fuera de la región.

Y, frente a los que la acusan de abandonar la comunidad para irse a Madrid, ella defiende que seguirá representando los intereses de los castellanomanchegos desde el Congreso de los Diputados.

En Cuenca, también ha "aterrizado" el ministro de Justicia, Rafael Catalá, como cabeza de lista del PP por esta provincia, donde ha adquirido gran notoriedad, pese a las críticas iniciales.

Castilla-La Mancha ocupa el séptimo puesto nacional en cuanto a la elección de escaños -un total de veintiuno, lejos de los 61 que se eligen en Andalucía- y este quizás es el principal motivo por el que ha sido una de las comunidades más olvidadas por los líderes políticos durante la campaña electoral.

Tres de las cinco provincias se han quedado sin la visita de los principales candidatos a la Presidencia del Gobierno; sólo Toledo ha recibido en campaña a Sánchez, Rivera, Iglesias y Herzog, y Guadalajara a Rivera.

Por su parte, Rajoy, aunque estuvo en precampaña, ha pasado de largo por la comunidad.

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