Opinión

Sescam nuevo y Sescam viejo

No es poco significativo que Pedro Sánchez, en las recientes primarias socialistas, haya ganado en todas las comunidades autónomas salvo en las dos de sus contrincantes, Susana Díaz y Patxi López.

¿Y esto que implica?

Pues implica de entrada que los dirigentes de las demás comunidades autónomas donde Pedro Sánchez ha ganado frente a esos dirigentes -que han perdido-, por ejemplo en Castilla-La Mancha, se tienen que espabilar mucho si no quieren perder el tren de la historia, que casi siempre se coge palpando el aire de la calle, y no sólo en los altos y replegados despachos.

Porque si una cosa está clara es que no siempre los fríos cálculos ni las estadísticas sesgadas reflejan la auténtica realidad de los hechos que se viven a pie de obra.

Y esta mayor o menor lejanía de la realidad, este mayor o menor autismo del gobernante, se manifiesta hoy (convencidos muchos equivocados dirigentes de que el recorte del Estado del bienestar es el único remedio contra la estafa que llaman crisis) en cómo y dónde se mete la tijera austericida y se podan derechos básicos, que es como podar las raíces a una planta esperando que florezca, y la misma insensatez que esperar que una sociedad progrese metiendo el hacha en sus cimientos básicos: la sanidad y la educación públicas.

Esperar que un país camine hacia  adelante sin una sanidad y una educación pública y de calidad, es como esperar que un peral de manzanas, o que el sol salga por poniente.

Podríamos pensar, al menos en el plano teórico, que la actitud austericida y la manera de manejar esa tijera -injusta e ineficaz donde las haya- sería distinta en un partido que se dice "socialista".

Recientemente los profesionales de atención primaria (médicos, enfermeros, y personal administrativo) de la zona básica de salud de Fuensalida, que abarca seis localidades y seis residencias de ancianos (infradotadas o no dotadas de personal sanitario), con una población que ha crecido exponencialmente, y que así como cuenta con un número cada vez mayor de niños cuenta también con una ingente población de la tercera edad, especialmente necesitada, reclamaron por escrito al SESCAM (que ahora dirige el PSOE viejo) la solución ya impostergable a un problema que se ha convertido en una auténtica emergencia social, cual es la dotación de un "doble equipo" sanitario (2 médicos / 2 enfermeros) durante las guardias sanitarias en el servicio de urgencias del centro de salud.

Y ello porque las situaciones de riesgo por desbordamiento y escasez de personal se han vuelto frecuentes y repetitivas, y el no darles una solución implica despreciar el derecho de los pacientes a una asistencia correcta, y el derecho de los profesionales a un trabajo digno, a la integridad personal, y a que se respeten los imperativos de salud laboral.

En este sentido, comenté recientemente en otro artículo como un enfermero de urgencias de este centro de salud de Fuensalida, de 66 años, había tenido que realizar 82 horas de trabajo en una semana, en jornadas de guardia que incluían la noche.

Algo que es claramente inhumano además de ilegal.

Pues bien, el SESCAM "socialista" que consiente este tipo de cosas, hizo oídos sordos a la petición mencionada, a pesar de que los profesionales aportaron datos objetivos sobre la situación denunciada, y además demostraron que en otras zonas básicas de salud con menos demanda asistencial y menos población, el "doble equipo" se había concedido.

Ante esta respuesta irresponsable del SESCAM, los sanitarios reaccionaron reclamando el apoyo de los usuarios a su justa y argumentada petición, y también solicitaron apoyo a los respectivos ayuntamientos en sendas cartas a los alcaldes.

En reciente pleno extraordinario del ayuntamiento de Fuensalida, celebrado el 19 de mayo, se discutió la respuesta que procedía dar a la petición de apoyo realizada por los profesionales del centro de salud, solicitud respaldada por ingente número de firmas de usuarios que en poco tiempo se recogieron, síntoma de la gran sensibilidad que existe en la población ante este tema.

Pues bien, el resultado de ese pleno fue que el PP e Izquierda Unida secundaron el apoyo a la reivindicación de los sanitarios y de la población (una medida de justicia social y de emergencia sanitaria), mientras que el PSOE (el viejo PSOE) fue contrario a la misma y pasó olímpicamente de ella.

Todo ello no es sino una consecuencia del alejamiento del PSOE de sus bases electorales, síntoma claro de una evidente desconexión de la realidad social que dice defender, y nos explica también ciertas sorpresas electorales en las que los militantes de base empiezan a tomar cartas en el asunto.

Esta nula sensibilidad del viejo PSOE y del viejo SESCAM ante problemas sociales graves ¿cambiará con la victoria de Pedro Sánchez y un nuevo PSOE?

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