Opinión

La más querida

Alguien debió pensar en la casa de los ‘populares’ que no era suficiente con regalarle a María Dolores de Cospedal en su 48 aniversario una orquídea blancaun Comité Ejecutivo Regional sin preguntas y sólo aplausos o un viernes apacible desconvocando sobre la marcha una comparecencia ante los periodistas de Vicente Tirado

Alguien debió pensar en la casa de los ‘populares’ que no era suficiente con regalarle a María Dolores de Cospedal en su 48 aniversario una orquídea blanca, un Comité Ejecutivo Regional sin preguntas y sólo aplausos o un viernes apacible desconvocando sobre la marcha una comparecencia ante los periodistas de Vicente Tirado.

“Un fallo en la agenda”, nos vinieron a decir algunos de los adláteres del partido que campaban por el hotel toledano, mezclados con los responsables de comunicación del Gobierno regional, las Cortes de Castilla-La Mancha y el Partido Popular, en un acto en el que administración y partido volvían a ser una misma cosa, por mucho que Leandro Esteban, desde los atriles de los viernes, se empeñe en exigir respeto por las instituciones.

Lo dicho. Alguien debió pensar que mantener a buen recaudo a Vicente Tirado, presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha y secretario general del PP en la región, era la mejor de las opciones por el público plumilla que allí se dio cita y por las conocidas y sulfuradas respuestas que suele ofrecer ante las preguntas “incómodas” el de Villafranca de los Caballeros.

Porque, desde luego, lo que no cuadraba es que hubiera sido un simple fallo de agenda y coordinación en un aparato de comunicación tan bien pertrechado -al menos en número- y con una sala bien acondicionada, con tiro de línea instalado, splitter, microfonía, photocall y hasta cuadernos y bolígrafos bien ordenados.

El mejor regalo tuvo continuidad una vez dentro de la sala en la que el PP de Castilla-La Mancha celebraba su concilio ‘prenatal’, coincidiendo con la onomástica de su presidenta, con una prensa hacinada entre la escalinata de entrada y las pocas sillas que quedaban en retaguardia.

Un improvisado acto “abierto a los medios” en el que, como en tantas y tantas ocasiones atrás, tampoco se permitieron preguntas tras el “atronador” aplauso con el que el graderío ‘popular’, disciplina de partido por delante, habría secundado hasta el lanzamiento de una bomba nuclear en pleno Alcázar de Toledo.

Pero… por si no teníamos bastante con oír a Cospedal defender desde su atril que el PP ha hecho en Castilla-La Mancha y fuera de ella todo lo que los ‘populares’ dijeron que harían -no sabemos si dentro o fuera de campaña-, el PP se empeñó en festejar los 48 años de la presidenta, postergando los regalos a lo largo de todo el fin de semana.

Y, ¡oh casualidad!, al mismo tiempo que Emiliano García-Page, secretario general de los socialistas por estas tierras, pedía elecciones anticipadas, desde algunas redacciones, se afanaron en ponerle la guinda al pastel cumpleañero de la Presidenta con una encuesta nada sospechosa, que sitúa a la lideresa como la más ‘popular’, valorada, notoria y ¡Guapa, guapa, guapa!

Sin querer participar del mismo discurso que los “socialistas” y sin que, con esto queramos minusvalorar la susodicha encuesta y menos aún a los compañeros del medio que la publica, no en vano les diremos que, quienes llevamos años en la profesión en estas tierras, ya nos conocemos los cocederos donde estas cosas se cocinan y más aún por qué, con calendario en mano, se deciden sus fechas de estreno.

En política, como en la vida, las casualidades no existen y, justo cuando el paro sube en Castilla-La Mancha mientras baja en toda España, la presidenta se pringa de gloria con su juicio perdido contra Bárcenas, o se conoce un nuevo dato sobre la deuda pública de la región que merodea el 30% de su riqueza, viene un muestreo a decirnos que, en las cuevas de La Mancha, habita una mayoría la mar de contenta con lo que Ella en ella hace.

El arma, ya se sabe, es en cualquier caso de “doble filo” porque, si hubiera sido fabricada, como denuncian los socialistas, por los ‘populares’, habrán de saber los últimos que podría alterar el biorritmo de los que aguardan en casa a decidir qué votan y el cambio pueda ser sustancial. Y puestos a poner luz en tanta artimaña, también cabría preguntarse por qué los socialistas, tras 28 años en el poder, tienen tanta seguridad en que este tipo de artilugios se precocinan y se encargan. Quizás, piense el ladrón…

Pues nada, siendo respetuosos con la empresa que hizo el muestreo y con los medios que la publican o publicitan, daremos la enhorabuena a Cospedal, aunque pudiéramos sospechar, una vez más, que, como en el cuento de Blancanieves el PP haya cogido su “espejito, espejito” para decirse a sí mismo “yo soy el más bonito”.

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