Opinión

¿Por qué está la luz tan cara?

¿Cómo es posible que, con todos esos nuevos aparatos de mayor eficiencia energética y bombillas de bajo consumo en nuestros...

¿Cómo es posible que, con todos esos nuevos aparatos de mayor eficiencia energética y bombillas de bajo consumo en nuestros hogares, estemos pagando tan cara la factura de la luz, incluso cuidando de no gastar más de lo necesario? Ésta es una pregunta que casi todos nos hacemos en los últimos tiempos.

Analicemos brevemente la factura: los dos conceptos más importantes son el término fijo de potencia y la energía (punta y valle). El primero es lo que pagamos según la potencia que tengamos contratada, con independencia del consumo. El gobierno fue autorizando durante el pasado año 2013 subidas hasta alcanzar el 73% para el término fijo. Con ello, hoy las compañías se aseguran unos buenos ingresos, aunque haya disminuido el consumo. El otro término se paga de acuerdo con lo que avance el contador. Ése es el precio que iba a haber subido el 11%, pero que se quedó en el 2,3% a comienzo de este año, a la espera de lo que ocurra en las próximas subastas eléctricas.

Además del 21% por IVA en la factura, se cobra un Impuesto Eléctrico que entra dentro del grupo de impuestos especiales (alcohol, tabaco, etc.). Es decir, como si el consumo de electricidad fuera un vicio o un lujo. Este impuesto se aplica al consumo y a la potencia contratada, cuyo importe se multiplica por el tipo impositivo 4,864% y por el factor de corrección, que aprueba el gobierno, ahora el 1,05113. Les invito a comprobar su factura y lo verán. Luego, hay una pequeña cantidad por el alquiler del contador.

No se explica que España sea el país con la energía más cara de Europa después de Chipre e Irlanda, que son dos islas, cuando según un balance provisional publicado por Red Eléctrica de España (REE), el año pasado fue la primera vez en la historia en la que la tecnología eólica contribuyó más a la cobertura de la demanda eléctrica anual, con un 21,1% del total. Dada su fuente, el viento, es la energía más barata de producir, y a ésta le siguió la nuclear, con un 21 %. Ambas fuentes energéticas, seguidas por la hidráulica.

En los consejos de administración de las grandes compañías de energía hay nombres conocidos que han formado parte de los gobiernos, así como antiguos altos cargos de la Administración. El máximo exponente son los ex presidentes Aznar y González, situados en los consejos de dos de las más importantes compañías del sector energético; si bien hace poco, González manifestó su intención de abandonar el Consejo al que asiste.

En los EE UU existen grupos de presión llamados lobbies, quienes tratan de influir a su favor ante la Cámara de Representantes y el gobierno. Recordarán ustedes la película Su distinguida señoría (The Distinguished Gentelman, es su título en inglés) protagonizada por Eddie Murphy, en donde se ve un lobby en plena actuación, casualmente eléctrico. En España no existen oficialmente los lobbies, pero nadie pone en duda su presencia real. Así, el eléctrico ha ejercido, o tratado de ejercer, su influencia ante los gobiernos desde que Aznar privatizó las eléctricas en el año 1997.

Alguien tendrá que tomar las medidas que procedan para que la electricidad tenga en España un precio acorde con sus costes de producción y con la realidad socio-económica del país. Lo del déficit de tarifa habrá que analizarlo con mayor detalle.

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