Opinión

Día internacional de la felicidad

Las Naciones Unidas decidieron en 2012 establecer el 20 de marzo como día internacional de la felicidad, cuya celebración comenzó al año siguiente. Ahora bien, ¿qué entendemos por felicidad? Desde que Aristóteles acuñara la frase “todos los seres humanos aspiran a la felicidad”, que publica en su Ética, hasta la definición de felicidad de Gandhi, “es la armonía entre lo que se dice, se piensa y se actúa”, hay todo un mundo. Se dice que quienes persiguen la felicidad nunca la alcanzan porque la felicidad no está en el “tener”, sino que está en nuestro interior, en el “ser”. Así, la felicidad es una actitud personal frente a la vida.

El pasado día 17 de marzo acaba de salir el más reciente informe sobre la felicidad, que elabora la ONU, y en él se refleja que España ocupa el puesto 37 de un total de 156 países analizados sobre su percepción de la felicidad, con una puntuación de 6,3 sobre 10, siendo Dinamarca (7,5 puntos) el primero y Burundi (2,9 puntos) el último. Entre los indicadores para medir la felicidad en esta investigación están: la renta per cápita, la libertad para la toma de decisiones, el sistema político, los recursos, la corrupción, la educación y el sistema sanitario. España, junto con Italia (puesto 50), Portugal (94) y Grecia (99), es de los países de la UE que se consideran menos felices. En cuanto al mundo, los países menos felices son, junto con Burundi, Siria, que acaba de cumplir seis años de guerra, Benin, Afganistán y  Togo. Y los más felices, además de Dinamarca, Suiza, Islandia, Noruega, Finlandia, Canadá, Holanda, Nueva Zelanda, Australia y Suecia.

El estudio se basa más bien en factores exógenos, en apreciaciones de los entrevistados sobre las preguntas que se les hacen para poder cuantificar las respuestas. Naturalmente, otras preguntas darían probablemente unas apreciaciones diferentes y, por lo tanto, puntuaciones también distintas. Porque, por ejemplo, hace unos años los antropólogos detectaron que en algunas tribus africanas y en otras poblaciones situadas en zonas pobres del sur de México, las personas que allí vivían  se sentían felices, sin poseer casi nada según nuestros parámetros. Esto viene a dar la razón a la aseveración del principio de que la felicidad está en el ser y no en el tener o, como han mantenido los místicos desde siempre, para alcanzar la felicidad has de recorrer un largo camino que empieza en ti mismo y acaba cuando te encuentras a ti mismo.

Comentarios