Opinión

Más crecimiento y más sano

El Gobierno remitirá en los próximos días el nuevo Plan de Estabilidad a Bruselas y ya es seguro que las previsiones serán mejores que las planteadas en el cuadro macroeconómico que acompaña a los Presupuestos Generales del Estado para 2017 que ya han entrado en el Congreso y que intentarán pasar el primer debate, el de totalidad, el próximo martes. Si nos ceñimos a las declaraciones realizadas por el propio presidente del Gobierno de hace unos días en la Asamblea de la CEOE, la previsión de crecimiento del PIB para este año se elevará hasta el 2,7 por ciento desde el 2,5 por ciento anterior. De hecho, ya el ministro de Economía, De Guindos, adelantó al presentar las cuentas públicas que la previsión era muy conservadora y que muy probablemente se revisaría al alza.

No es extraño, porque esta ha sido la tónica de los últimos años. El Gobierno ha seguido como estrategia quedarse corto en sus previsiones para después ver cómo se elevaban por la vía de los hechos. Hay que tener además en cuenta que en los últimos días organismos internacionales como el FMI o privados como el servicio de estudios del BBVA han revisado también al alza las previsiones que tenían de crecimiento de la economía española. De hecho, España está a la cabeza de los países que más van a crecer este año. Los técnicos del BBVA elevan incluso su previsión hasta el 3 por ciento.

Esto es bueno sin duda, pero lo mejor es que todo el crecimiento se está trasladando al empleo y además se está creciendo en sectores muy productivos y competitivos y la demanda exterior sigue tirando. Las empresas españolas se han internacionalizado y al contrario que en crisis anteriores, a pesar de estar creciendo la demanda interna siguen vendiendo fuera. De hecho, ya hay que anotar cinco años consecutivos de superávit exterior, algo que tampoco había ocurrido. Acontecimientos muy extraordinarios tendrían que pasar para que estas previsiones se torcieran. Hay miedo por la debilidad parlamentaria del Gobierno y ahora por lo que pueda ocurrir con las elecciones en Francia. Una salida de este país de la Unión Europea y del euro sería una muy mala noticia para todos. Veremos porque los indecisos rondan el 40 por ciento y los cuatro candidatos con posibilidades están muy igualados.

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