Una menor ratifica tocamientos sufridos por un acusado de 75 años que lo niega

En la imagen de archivo la Audiencia Provincial de Ciudad Real donde está previsto se celebre el juicio
photo_camera En la imagen de archivo la Audiencia Provincial de Ciudad Real donde se ha celebrado el juicio contra el acusado

Un hombre de 75 años de edad, J.C.H.L., ha negado este jueves haber cometido abusos sexuales sobre una menor, aunque tanto el testimonio de la víctima como el de los familiares han señalado todo lo contrario en la última sesión del juicio que se está celebrando en la Audiencia de Ciudad Real.

En el juicio, que ha quedado visto jueves visto para sentencia en la Sección Segunda de la Audiencia de Ciudad Real, el fiscal ha mantenido la petición de cuatro años de cárcel, pena que la acusación particular ha elevado a seis años, mientras que el defensa ha pedido la libre absolución.

En su testimonio, el hombre ha negado haber hecho tocamientos a la pequeña, que tenía diez años cuando supuestamente ocurrieron los hechos, entre enero y junio de 2014, en la localidad de Calzada de Calatrava.

El acusado ha relatado que lo único que hacía era "regañar" a los pequeños que jugaban en un patio al que daban varias escaleras de pisos, en los que vivían tanto él como la familia de la pequeña.

La menor, que ha declarado a puerta cerrada, ha confirmado tocamientos y "pellizcos" en sus órganos genitales y en los pechos, algo que denunció a su abuela por primera vez, como ha confirmado la mujer, que también ha declarado.

En junio de 2014, cuando se descubrieron los hechos, la madre que estaba en casada de la abuela, fue avisada por otro hijo menor, que ahora tiene ocho años, de que el hombre volvía a abusar de la pequeña.

La madrea ha relatado que, cuando llegó al patio donde se juntaban los pequeños, volvió como el hombre tocaba a la pequeña, ante lo cual lo empujo y dio unos manotazos.

A partir de ahí, según ha relatado, se inició una trifulca entre la madre y el acusado, a la que se sumó la mujer de éste, mientras que el resto de vecinos se asomaban a las ventanas.

La madrea ha relatado que, cuando ocurrieron los tocamientos, la niña empezó a tener malas notas y a padecer incotinencia urinaria.
Las psicólogas que han declarado como forenses ha dado credibilidad de la narración de la pequeñas, que ha califico de "gráfica y con muchos detalles".

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