El desplome de la cúpula de la parroquia San Juan de Ávila de Talavera de la Reina, conocida como iglesia redonda, se produjo por un fallo constructivo, puntual o zonal, que provocó el colapso de la estructura principal de la techumbre de la edificación.
Según ha explicado el Arzobispado de Toledo en un comunicado, el sistema constructivo estaba configurado por jácenas trianguladas de perfiles laminados de acero (cerchas) que apoyaban o empotraban en otras jácenas y pilares mediante cordones de soldadura, arriostrándose entre sí los diferentes elementos estructurales.
Dicha configuración propició que la zona colapsada arrastrara al resto de los elementos, provocándose una reacción en cadena que tuvo como consecuencia el desplome de la cubierta, así como de los forjados y cerramientos de las fachadas.
Durante las últimas semanas, se han realizado diversos estudios técnicos que han determinado los graves daños que presentan los elementos constructivos y estructurales, los cuales hacen "imposible" su conservación o rehabilitación, pues no podría garantizarse la seguridad de las personas y bienes.
Por lo tanto, siendo siempre prioritaria la seguridad frente a cualquier otro tipo de consideraciones, se procederá a la demolición total de los restos del edificio que aún se mantienen en pie.
Con fecha de 17 de noviembre, el Ayuntamiento de Talavera concedió la licencia para el desescombro y limpieza del solar, trabajos que comenzarán "en breve".
El Arzobispado prevé la construcción en ese mismo solar de un nuevo templo parroquial para atender pastoralmente a los vecinos del barrio 'La Solana'.
El suceso tuvo lugar la madrugada del 10 de octubre y dejó la iglesia "impracticable y en estado ruinoso", aunque no hubo que lamentar daños personales.
