Trini, la madre que ‘operó’ a su hijo en Urgencias: 'Los médicos se negaron'

La mujer, natural de Gijón, colocó un botón gástrico a su hijo Cristian, de 13 años, con parálisis cerebral: "Lo hice con una sonda y mis propias manos".

Trini, la madre que ‘operó’ a su hijo en Urgencias: 'Los médicos se negaron' / EL ESPAÑOL
photo_camera Trini, la madre que ‘operó’ a su hijo en Urgencias: 'Los médicos se negaron' / EL ESPAÑOL

Según informa EL ESPAÑOL en un completo reportaje de Gonzalo Araluce, a buen seguro que Trini Cañete recordará por mucho tiempo sus vacaciones de este año en el municipio de Bande, un enclave idílico ubicado al sureste de Ourense, junto a sus hijos Cristian y Luis Miguel García, mellizos de 13 años. Cristian tiene una parálisis cerebral fruto de unas complicaciones en el parto. No llega a los 20 kilos. Se alimenta en buena medida a través de un botón gástrico que el pasado domingo, 13 de agosto, convirtió aquellos días en pesadilla: “Cristian estaba en la hamaca cuando se le cayó el botón”, explica Trini, la madre del chaval. “Le había pasado otras veces y siempre le llevábamos al hospital de Gijón -de donde es natural la familia- y ahí se lo colocan. Pero ese día el hospital más cercano era el de Ourense. ¡Allí no le atendió ningún médico especialista y el agujero se le iba cerrando a mi hijo a cada segundo que pasaba!”. Trini respira agitada y revela el desenlace de su angustia hospitalaria: “¡Fui yo quien le puso el botón gástrico ante la pasividad de los médicos”.

La madre de Cristian relata a EL ESPAÑOL aquella carrera contrarreloj, adelantada por La Nueva España. Habla con pasión de sus hijos mellizos. De Luis Miguel dice que “no puede ser mejor niño”; de Cristian, protagonista de esta historia, dice que “es muy fuerte”.

Cristian se alimenta por sí mismo, pero por las noches sus padres le suministran un batido alimenticio a través de un botón gástrico, una sonda unida directamente a su estómago: “Para él son como una superhamburguesa de 1.500 calorías”, explica Trini. “Así recibe una carga más de comida que no puede masticar por sí mismo, los batidos son fundamentales”.

El 13 de agosto, Trini y su amiga Carmen habían decidido llevar a los niños de excursión a las termas de Bande, donde hay un importante yacimiento arqueológico romano. El lugar es uno de los principales focos turísticos de la región. Cristian estaba descansando en una hamaca. Al acercarse, Trini advirtió que a su hijo se le había caído el botón gástrico, la sonda por la que habitualmente le suministra los batidos alimenticios. “Es una zona con mucha tierra y por la que pasan perros -explica la madre-. El botón estaba sucio y no quedaba más remedio que llevarle al hospital a que le pusieran uno nuevo”.

Según prosigue la información de EL ESPAÑOL, aquella intervención, que no requiere pasar por el quirófano, se ha convertido en una rutina para Cristian: “No era la primera vez que nos pasaba algo así, pero siempre le llevábamos al hospital de Oviedo, que es el que nos pilla más cerca. Allí, un médico le pone el botón gástrico sin problemas y en unos pocos minutos”. Pero en esta ocasión decidieron llevar al chaval al Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), el que les pillaba más a mano. Trini creía que el procedimiento sería idéntico al que estaban acostumbrados a ver en Oviedo.

“Expliqué en la recepción de Urgencias lo que nos ocurría y nos dijeron que pasáramos adelante. Una enfermera nos llevó a un box [espacio individual para la atención de clientes]. El primer médico que nos atendió fue encantador y se fue a buscar un botón gástrico del mismo tamaño del que ya llevaba Cristian. Encontró uno de 1,5 centímetros, mientras que el de mi hijo era de 1,2. Pero a partir de ahí todo se torció”.

Trini explica el rosario de peticiones médicas que nunca llegaron a cumplirse en el CHUO: “Avisaron a un cirujano y pronto nos dijeron que no iba a venir ninguno porque era domingo. Después avisaron al radiólogo intervencionista, que tampoco vino. Al especialista digestivo, y lo mismo. Ya había pasado una hora y 50 minutos desde que a Cristian se le había caído el botón gástrico y el agujero se le estaba haciendo cada vez más pequeño”.

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