Muere en una trampa ilegal un lince ibérico en San Pablo de Los Montes

Liberados tres nuevos ejemplares de lince ibérico en los Montes de Toledo
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Un ejemplar de lince ibérico ha sido encontrado muerto en una trampa ilegal en el término municipal de San Pablo de los Montes (Toledo).

Según la información recogida por Efe de la página web del proyecte Life+Iberlince, el lince fue encontrado el pasado día 12 de octubre en esta área de reintroducción para la especie.

Se trataba de un lince macho nacido en 2015 y liberado en Montes de Toledo en febrero de 2016.

El ejemplar fue trasladado al Centro de Estudios de Rapaces Ibéricas(CERI), donde se le realizó la necropsia.

Tanto agentes de Medioambiente como el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) están realizando las actuaciones pertinentes para esclarecer estos hechos, que podrían ser constitutivos de un delito.

Con la muerte de este ejemplar, son nueve los linces ibéricos muertos en la Castilla-La Mancha en lo que va de año, ya que a las siete muertes registradas por atropello, se suma también la de Kaplan, a principios de este año como consecuencia de un problema renal y ahora la de este ejemplar en un trampa ilegal.

Desde que se puso en marcha el programa de reintroducción de la especie en Castilla-La Mancha en 2014, son veintiuno los ejemplares de lince ibérico muertos en Castilla-La Mancha, doce de ellos por atropellos en carreteras de las provincias de Ciudad Real y Toledo y el resto, por otras causas.

EL PEOR AÑO PARA EL LINCE IBÉRICO

Por su parte, la organización conservacionista WWF ha advertido que 2017 es ya el peor año para el lince ibérico, con 33 ejemplares muertos por distintas causas.

En una nota de prensa, WWF ha considerado que ya se puede hablar de "año terrible" para el lince ibérico, puesto que cuando aún quedan más de dos meses para que acabe ya se han contabilizado 33 muertes de ejemplares, el último el hallado en San Pablo de los Montes (Toledo), en una caja-trampa.

Asimismo, ha puntualizado mayoría de las muertes de linces (21) se han debido a atropellos, pero también destacan las muertes por furtivismo, con al menos cinco ejemplares muertos.

WWF entiende que es una cifra "inaceptable", puesto que aunque representa una amenaza para el proceso de recuperación de la especie que sigue creciendo, supone ralentizar los esfuerzos realizados para sacar al lince ibérico de la categoría 'en peligro crítico' de extinción.

Para revertir esta situación, WWF ha dicho que denunciará los hechos en el Ministerio de Fomento para que actúe de forma urgente y ponga en marcha las obras previstas en las carreteras.

También ha solicitado la colaboración de la ciudadanía para que el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil pueda encontrar a los culpables de estos hechos delictivos y sean llevados ante la justicia.

La recuperación del lince no está en peligro, ya que el último censo (2016) arroja unas cifras de 475 linces y se espera que el de este año supere los 500.

Sin embargo, el alto número de linces muertos en lo que se lleva de año está disparando las alarmas, según WWF, que lamenta que los atropellos sigan siendo la primera causa de mortalidad no natural de ejemplares de la especie.

Además, ha señalado que la mayoría de estos atropellos ocurren en varios puntos negros ya identificados por la organización en la campaña 'Ni un lince más atropellado'.

En concreto, de los 12 linces muertos por atropello en Andalucía, ocho han muerto en tres puntos situados en la A-IV, la N-420 y la A-301, las dos primeras de competencia estatal.

Lo mismo ocurre en Castilla-La Mancha, donde han sido atropellados siete linces, tres de ellos en una única carretera.

La organización ecologista ha reprochado al Ministerio de Fomento que todavía no haya puesto en marcha las grandes obras prometidas, a pesar de contar con financiación por parte de las autoridades ambientales europeas y naciones.

Y en el ámbito autonómico, ha pedido a las consejerías correspondientes de Andalucía y Castilla-La Mancha que incrementen sus esfuerzos para arreglar las carreteras y construir los pasos de fauna necesarios.

Tras los atropellos, la persecución directa por furtivismo y por la colocación de trampas ilegales como lazos son la segunda causa de muerte no natural de linces, que ya ha acabado con la vida de al menos cinco ejemplares este año.

WWF espera que el Seprona investigue a fondo estas muertes y que cuente con el apoyo de toda la población, en concreto, con el propio colectivo cazador para encontrar a los culpables.

El responsable del Programa de Especies de WWF España, Luis Suárez, ha comentado "la recuperación del lince puede verse ralentizada por estas muertes causadas de forma directa por el ser humano".

Suárez ha añadido que "es urgente poner fin a estos problemas para poder afrontar los verdaderos retos del futuro de la especie, como son la conservación del conejo y la conectividad entre poblaciones dispersas".

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