Los restos carbonizados de las cuatro personas que han fallecido al estrellarse una avioneta en el término municipal de Sotillo de las Palomas (Toledo) se van a cotejar con el plan de vuelo del aeródromo de Cuatro Vientos (Madrid), de donde salió el aparato, para certificar la identidad de las víctimas.
Así lo ha explicado a los periodistas esta mañana el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio, antes de presidir el acto conmemorativo del 38 aniversario de la Constitución Española en el Museo Sefardí de Toledo.
El delegado del Gobierno ha lamentado este "trágico" accidente de aviación civil en el que han fallecido dos adultos y dos niños cuyos cuerpos han quedado "carbonizados", ha explicado.
No ha detallado si los cuatro fallecidos pertenecen a una misma familia y ha pedido "cautela" ya que deben hacerse pruebas de ADN que se cotejarán con los datos del plan de vuelo registrado en Cuatro Vientos.
"Tenemos indicios, pero ante el estado de los cuerpos no podemos aventurarnos a certificar con exactitud que eran esas personas, preferimos hacer las cosas con cautela a pesar de los indicios que tenemos", ha señalado, y ha subrayado que de la investigación en curso todavía no se pueden determinar las causas del accidente.
Por su parte, fuentes de la Guardia Civil han informado a Efe que en la avioneta viajaba un matrimonio con sus dos hijas.
Gregorio ha explicado que en el lugar trabajan un equipo de criminalística, otro de aviación civil y los forenses.
La caída de la avioneta se produjo a las 16,19 horas de la ayer, según informó a Efe el Servicio de Atención a Urgencias y Emergencias 112 de Castilla-La Mancha.
La finca en la que se estrelló la nave -que había salido sobre las cuatro de la tarde de Cuatro Cientos y tenía como destino Cascais (Portugal)- está situada a unos tres kilómetros del núcleo urbano de Sotillo de las Palomas, un municipio situado en la Sierra de San Vicente, al noroeste de la provincia de Toledo.
Poco después de las diez de esta mañana han llegado los equipos de investigación de la Guardia Civil, incluyendo agentes especializados en catástrofes y de criminalística, efectivos de la Policía Judicial y un equipo de aviación civil.
LA AVIONETA EXPLOTÓ NADA MÁS IMPACTAR EN EL SUELO
De otro lado, un testigo del accidente de avioneta, el alcalde de Segurilla, Pablo Barroso, ha asegurado que el aparato explotó "nada más impactar contra el suelo".
Segurilla es una localidad próxima a la finca de Sotillo de las Palomas (Toledo) donde fallecieron las cuatro personas al estrellarse la avioneta que partió del aeródromo de Cuatro Vientos con destino a Cascais.
A última hora de la mañana de este lunes se ha procedido al levantamiento de los cadáveres para trasladarlos al Instituto Anatómico Forense de Toledo, ha confirmado a Efe la Delegación del Gobierno.
Barroso fue uno de los primeros en llegar al lugar del accidente, después de que un pastor, primo hermano del regidor, viera cómo se estrellaba la aeronave y diera el aviso a los servicios de emergencia.
"Nos llamó asustado y nervioso nada más producirse el siniestro, contándonos que acababa de ver una avioneta que había perdido el control y que, después de varias vueltas en el aire, había caído al suelo", ha relatado a Efe el alcalde.
Éste y otros tres vecinos de Segurilla se trasladaron "rápidamente" al lugar del suceso con la intención de ayudar en caso de que fuera posible, pero "desgraciadamente no se podía hacer nada", ha lamentado.
"Cuando llegamos vimos una columna de humo negra y unas llamaradas enormes, por lo que no pudimos ni acercarnos", ha afirmado el regidor, quien ha calificado la situación como "dramática y espeluznante".
Barroso ha explicado que en seguida comenzaron a llegar efectivos de la Guardia Civil, bomberos y equipos de emergencias, pero nada se pudo hacer por salvar la vida de los cuatro ocupantes de la avioneta porque "se produjo una explosión instantánea nada más impactar contra el suelo".
El alcalde ha señalado también que las cuatro víctimas mortales eran de nacionalidad española.
