CSIC consigue una copia fidedigna del meteorito de Retuerta del Bullaque

El Instituto Geológico Minero de España (IGME) y el Instituto de Geociencias del CSIC (IGEO) entregaron al Parque Nacional de Cabañeros una de las tres copias fidedignas del meteorito hallado en Retuerta del Bullaque, que una familia guardó tres décadas

El Instituto Geológico Minero de España (IGME) y el Instituto de Geociencias del CSIC (IGEO) entregaron al Parque Nacional de Cabañeros una de las tres copias fidedignas del meteorito hallado en Retuerta del Bullaque, que una familia guardó tres décadas y lo utilizó como prensa de jamones.

La copia del meteorito podrá verse en breve en el Parque Nacional de Cabañeros, según comentó el director de este espacio protegido, Antonio Ruiz Serrano, que dijo que va a exponerse para que los visitantes puedan contemplarla.

El científico del CSIC Juan Carlos Gutiérrez Marco explicó que la réplica de la pieza original reproduce de manera fidedigna el meteorito de pequeñas dimensiones y cerca de 100 kilos de peso, que fue encontrado en un campo de pastoreo próximo a Retuerta del Bullaque por Faustino Asensio, cuando se encontraba junto a su padre cuidando del ganado.

Durante más de 30 años la familia Asensio utilizó el meteorito "como prensa de jamones", ha comentado Gutiérrez.

Ahora el meteorito, que hace unos meses fue datado como tal por los científicos del CSIC y el IGME, se podrá ver tres lugares diferentes, puesto que una copia se encuentra en el Museo Geominero de Madrid y otra en el bar 'Las Terrazas' de Retuerta del Bullaque (Ciudad Real), que regentan los hermanos Asensio López.

Las copias realizadas de la pieza original, ha señalado Gutiérrez Marco, permiten garantizar y preservar la morfología del meteorito para el futuro.

Las réplicas son obra de Eleuterio Baena, un experto restaurador y conservador del IGME, que ha precisado que las copias muestran el estado originario del meteorito, incluso antes de que se iniciaran los estudios para determinar su composición.

Así, se incluyen los dos fragmentos que fueron extraídos para ser dedicados como holotipo del Museo Geominero y para realizar el estudio que permitió catalogar el meteorito.

Estos estudios científicos determinaron que se trataba de un auténtico siderito (meteorito metálico), el cuarto de este tipo aparecido en España, tras los documentados en Quesa (Valencia, 1898), Colomera (Granada, 1912) y La Almunia (Zaragoza, hacia 1950).

El estudio mineralógico y geoquímico permitió clasificar al meteorito como una octaedrita gruesa del grupo principal del complejo IAB de sideritos, en el que se distinguen aleaciones complejas de hierro y níquel (taenita-kamacita) más carburo de ambos metales (cohenita), todos ellos cristalizados a elevada presión y temperatura, formando el típico entramado geométrico de las llamadas figuras de Widmanstätten.

El meteorito, que contiene otros minerales raros, como troilita (sulfuro de hierro en nódulos) y schreibersita (fosfuro de hierro y níquel), de acuerdo con el contexto geológico del lugar de hallazgo (un antiguo abanico torrencial), pudo caer en España en tiempos prehistóricos (pleistoceno medio o superior), probablemente antes de que se conformase la red fluvial actual.

La Sociedad Internacional de Meteorítica y Ciencia Planetaria lo clasificó como el meteorito número 29 de los confirmados para España y el número 84 del registro mundial para su categoría.

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