El Centro de Recuperación de Fauna Silvestre 'El Chaparrillo' de Ciudad Real se ha convertido, en colaboración con el Centro de Estudios de Rapaces Ibéricas de Sevilleja de la Jara (Toledo), en el centro de referencia para los cuidados de lince ibérico en Castilla-La Mancha.
El equipo veterinario del 'Chaparrillo' se ocupa de los chequeos y traslados de los linces a sus zonas de reintroducción dentro del marco del Proyecto Life+Iberlince, así como de los casos clínicos y necropsias de ejemplares reintroducidos en Castilla-La Mancha desde 2014.
Estos dos centros de Ciudad Real y Sevilleja de la Jara están encargados de atender y supervisar los aspectos sanitarios de los ejemplares destinados a ser soltados, con el fin de lograr la recuperación de esta especie en los territorios en los que históricamente estaba presente, según recoge la memoria del 'Chaparrillo', consultada por Efe.
De hecho, en 2014 se construyó una instalación específica en 'El Chaparillo" y se invirtió en dotar el centro del material imprescindible para la atención de los linces.
Desde entonces, los veterinarios del centro han asistido a los chequeos presuelta de los ejemplares de reintroducción y los han acompañado desde los centros de cría de lince ibérico de Andalucía, Extremadura y Portugal hasta las zonas de reintroducción en Castilla-La Mancha distribuidas en Montes de Toledo y Sierra Morena Oriental.
El año pasado 'El Chaparrillo' recibió los cadáveres de cuatro ejemplares de lince reintroducidos en la zona de Sierra Morena Oriental -Kivu, Lia, Lua y Kung Fu- a los que realizó las correspondientes necropsias.
El informe elaborado en los casos de Lia, Lua y Kung Fu determinó que fallecieron por atropello, mientras que en el caso de Kivu no se pudo determinar ya que sólo se encontraron restos tras ser carroñeado por buitres.
La memoria recorge que el centro atendió en 2015 dos urgencias veterinarias relacionadas con linces, en Albacete y en El Castañar (Toledo).
En Albacete localizaron a Llera enganchada por el abdómen a un lazo, aunque el ejemplar pudo ser desenganchado y tras un chequeo pudo ser soltada el mismo día en su zona de reintroducción.
En El Castañar, técnicos de la empresa Fomecam, socio del proyecto Life-Iberlince, observaron a Lila debilitada y cojeando, y fue trasladada al Chaparillo donde se le diagnosticó un absceso debido a una mordedura en el antebrazo izquierdo.
Este ejemplar fue recuperándose hasta que pudo liberarse, ya sin signo de cojera, al cabo de un mes.
