Expertos explican los efectos antiinflamatorios de la cerverza y sus beneficios

El consumo moderado y regular de cerveza en las comidas principales podría ejercer un efecto protector en la aparición y progresión de la aterosclerosis, así como sobre distintos factores de riesgo cardiovascular

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El consumo moderado y regular de cerveza en las comidas principales podría ejercer un efecto protector en la aparición y progresión de la aterosclerosis, así como sobre distintos factores de riesgo cardiovascular, especialmente en la población con riesgo cardiovascular moderado-alto.

Así lo concluye el estudio 'Bases científicas de los efectos beneficiosos del consumo moderado de cerveza en el sistema cardiovascular dirigido por el doctor Ramón Estruch, consultor senior del Hospital Clínic de Barcelona, publicado en las revistas de referencia internacional Atherosclerosis y Nutrition Metabolism and Cardiovascular Disease y que ha sido presentado esta semana en el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Guadalajara.

Según ha informado el centro de información Cerveza y Salud en nota de prensa, la investigación estudió a un colectivo de pacientes con elevado riesgo cardiovascular de entre 55 y 80 años de edad, a los que se les suministró durante 28 días una bebida destilada sin polifenoles, cerveza tradicional y cerveza sin alcohol, respectivamente, sin sobrepasar el consumo moderado.

Así, se observó que los marcadores inflamatorios y la estabilidad de la placa de ateroma -cúmulo de grasa en la arteria- relacionados con la enfermedad cardiovascular se vieron reducidos tras la ingesta moderada de cerveza.

"Por tanto, la cerveza, tanto en su variedad tradicional como sin alcohol y tomada moderadamente durante las principales comidas, protege el sistema cardiovascular en mayor medida que otras bebidas con contenido alcohólico, debido a los polifenoles que contiene", concluye el doctor Estruch, quien ha indicado que diversas investigaciones nacionales e internaciones atribuyen a los componentes no alcohólicos de la cerveza "beneficios en la salud por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorios".

Por otra parte, la composición corporal no se vio afectada tras el consumo moderado de cerveza, y el peso, el índice de masa corporal o la relación cintura-cadera no se vieron alterados tras la ingesta moderada de cerveza.

Por su parte, el profesor Jesús Román, ha recordado que la cerveza es una bebida compuesta en un 90% aproximadamente por agua y que no es la culpable de la obesidad. Así, una caña tradicional, de unos 200 mililitros, contiene alrededor de 90 kilocalorías, y en su variedad sin alcohol el aporte calórico de reduce a 35.

Reducción de presión arterial

La investigación también ha concluido que la presión arterial sistólica se vio reducida tras el consumo moderado de cerveza, especialmente en el caso de la cerveza sin alcohol. Además, otras variables aumentaron como el HDL (colesterol bueno), así como la concentración sanguínea de células progenitores endoteliales, lo que implica un incremento de la capacidad de regeneración del endotelio.

"Cabe resaltar también que tras el consumo diario durante cuatro semanas de cerveza tradicional y sin alcohol, se halló isoxanthohumol (compuesto polifenólico antioxidante) en las orinas de los participantes que habían consumido estas bebidas, pero no en las personas que habían tomado la bebida destilada", ha constatado el doctor Estruch, quien ha afirmado que "la cerveza es una bebida fermentada, elaborada a partir de ingredientes naturales que contiene vitaminas y minerales, además de ser fuente de compuestos bioactivos como los polifenoles".

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