“La corresponsabilidad en los usos del tiempo entre mujeres y hombres es una de las líneas fundamentales de trabajo del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, porque es una condición imprescindible para alcanzar la verdadera igualdad”, según afirmó anoche en Guadalajara la directora de este organismo del Gobierno regional, Araceli Martínez.
Martínez hizo esta reflexión durante la presentación de la conferencia “Los Retos de la Igualdad en el siglo XXI”, impartida por Soledad Murillo, doctora en Sociología, dentro del ciclo Pensamiento y Sociedad de la Fundación Siglo Futuro, ha informado la Junta en nota de prensa.
Basándose en pensamientos expuestos en la obra de la propia conferenciante, la directora del Instituto de la Mujer explicó “el patriarcado que nuestra sociedad arrastra desde hace muchos siglos impone límites muy difíciles de superar, incluso cuando hay conciencia de avanzar hacia la igualdad” y “entre esos límites está el uso del tiempo diferenciado entre mujeres y hombres, que convierte la esfera privada de las mujeres en tiempo de entrega hacia los demás”.
Por ello, señaló, “cuando se habla de corresponsabilidad y de conciliación, en realidad estamos viendo que se necesita un compromiso total de los varones por compartir todas las tareas y un debate serio sobre la distribución equitativa de los usos del tiempo” y “mientras no lleguemos a ese punto, avanzaremos en igualdad, pero sin poder superar determinados límites”.
Araceli Martínez insistió en que “para el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, la sensibilización sobre la necesaria corresponsabilidad de los usos del tiempo entre hombres y mujeres tiene una importancia equiparable a la sensibilización sobre las distintas formas de violencia que sufren las mujeres”, recordando que “la mejor prevención de la violencia machista es más igualdad, más políticas de igualdad”.
Martínez destacó, sobre la figura y la trayectoria de Soledad Murillo, su participación en la elaboración de la Ley Contra la Violencia de Género y de la Ley de Igualdad, que calificó como “hitos importantísimos en la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres”. Ambas leyes fueron aprobadas en la legislatura 2004-2008, con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, en el que fue Soledad Murillo fue secretaria de Estado de Políticas de Igualdad. También ha formado parte del Comité Antidiscriminación de la Mujer en la ONU.
