Pituli ha abierto la caja de los truenos en la U.B. Conquense. Si ya el equipo atraviesa un mal momento en puestos de descenso, el ex del Toledo avivaba el fuego este miércoles plantándose y negándose a entrenar, al tiempo que pedía al club su carta de libertad para marcharse.
El club, que le ha enfadado esta actitud, ha instado al centrocampista a pagar su claúsula de rescisión, fijada en 50.000 euros. Además, según el presidente, Jesús Fernández, ningún equipo se ha dirigido al Conquense mostrando su interés por el jugador. La situación está enquistada, pues el club afirma que no negociará y el jugador que no quiere vestir más la elástica del Conquense.