El entrenador del Albacete, José Manuel Aira, ha reconocido que el objetivo que se marca "es estabilizar" al club en Segunda división y que, para ello, sus jugadores deben "adaptarse rápido al ritmo de ejecución" de la categoría.
Así lo ha manifestado en la primera comparecencia pública ante los medios de comunicación tras el ascenso logrado a finales del mes de junio en la que ha agradecido, a su vez, a los nuevos dueños la "confianza" que han depositado en su figura.
Para Aira, las sensaciones tras los primeros días de trabajo "son muy positivas" y no se ha mostrado nervioso por la falta de refuerzos ya que "si tuviera doce o catorce jugadores estaría preocupado, pero con esta plantilla se puede trabajar con calidad y respetar los tiempos".
De las posibles bajas que pudieran llegar en los próximos días, ha expresado: "Todos los implicados y sus representantes saben la decisión que se ha tomado en el club con su futuro y, a partir de ahora, hay que encontrar la mejor solución para todas las partes y que el jugador salga beneficiado y desarrollando su carrera de la mejor manera", ha opinado.
Además, ha detallado que habrá casos en los que "pensemos que debe seguir creciendo para después volver y otros en los que creamos que es mejor que continúen con su futuro lejos de aquí".
Preguntado por el Albacete que quiere ver en Segunda división, el preparador berciano ha expresado su deseo de que "se vea a un equipo que juegue de tú a tú ante cualquier rival, que sea incómodo y difícil de batir".
Por último, sobre Morilla y Araujo, dos de los nuevos fichajes del cuadro albaceteño, ha destacado del primero que "a nivel defensivo aportará jerarquía defensiva y se sumará al ataque" y acerca del futbolista catalán ha mencionado su "aportación en el pase hacia arriba e interpretando los espacios para recibir".
