El acuerdo alcanzado esta semana por todos los grupos parlamentarios para subir los incentivos fiscales a los rodajes de cine y televisión, nacionales e internacionales, ha sido acogido con satisfacción por el sector, que llevaba años reclamándolo, aunque los productores aún ven camino por recorrer.
Los tipos de deducción se elevan del 20 al 25 % para el primer millón de euros y del 18 al 20 % para el resto en el caso de los rodajes nacionales, mientras que para los extranjeros se pasa del 15 al 20 %, según una enmienda al artículo 36.2 del Impuesto de Sociedades aprobada el miércoles en la Comisión de Presupuestos.
Según Carlos Rosado, presidente de la Spain Film Commission -entidad que facilita los rodajes en España-, la decisión supone entrar en "una nueva etapa" de un proceso que comenzó en el año 2014, cuando él mismo se reunió con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para proponerle abordar el tema.
Por aquel entonces ni siquiera existía el incentivo específico para los rodajes internacionales, que se creó en una primera reforma que entró en vigor en 2015.
"La vuelta a España del rodaje de la sexta y la séptima temporada de 'Juego de Tronos' está directamente vinculada a la puesta en marcha de ese incentivo", asegura Rosado, convencido de que la subida del tipo atraerá nuevos rodajes internacionales, entre los que ha mencionado "El cartel", la próxima película de Ridley Scott.
Sólo en Andalucía, los rodajes dejaron el año pasado más de 118 millones de euros y crearon más de 15.000 empleos, según la memoria anual de su Film Commission regional. No hay datos de toda España, uno de los aspectos a mejorar, pero Rosado subraya que "nadie duda ya de que los rodajes son una fuente de riqueza muy potente y pueden serlo más".
Uno de los problemas que había hasta ahora era el limbo jurídico en el que quedaban las AIE -agrupaciones de interés comercial- a la hora de acceder a los incentivos, una laguna que también se soluciona con la nueva reforma, que entrará en vigor el 1 de julio.
En el otro lado de la balanza, el hecho de que para las grandes superproducciones internacionales las condiciones aún no son suficientemente atractivas en comparación con países vecinos, debido entre otras cosas al tope máximo de devolución de 3 millones de euros, en comparación con, por ejemplo, los 20 millones de Francia.
De igual modo, la exigencia de un gasto mínimo de un millón de euros, deja fuera a las producciones más pequeñas.
Los largos plazos de retorno y la ausencia de platós adecuados desde el cierre de la Ciudad de la Luz son otras de las asignaturas pendientes.
Francisco Ramos, presidente de la Asociación Estatal del Cine (AEC), que agrupa a las 39 productoras más punteras de España, considera que los nuevos tipos son suficientemente competitivos, pese a estar por debajo de lo que ofrecen países como Francia (30 %), Reino Unido (25 %), Italia (25 %) o Portugal (25 %).
"Quizá otros países tienen tipos más altos pero también los costes son superiores, como por ejemplo sucede en Francia", ha señalado a Efe Ramos, que también preside la productora Zeta Cinema ("El hombre de las mil caras", "Anacleto agente secreto").
La prueba, añade, es que aún con el 15 % ha habido "un incremento masivo" de rodajes de series y películas en España, y con el 20 % "ya está habiendo reacciones favorables".
Emma Lustres, de Vaca Films ("Cien años de perdón", "El desconocido"), opina que la subida es positiva y agradece la labor de Ciudadanos que "lo ha peleado mucho", pero también recuerda que aún hay escalones por subir.
"Como europeísta convencida, me parecen irritantes las diferencias que hay en nuestro sector entre los países de la UE", subraya Lustres, que tiene ahora mismo tres proyectos en marcha.
Uno de ellos es "Quien a hierro mata", con dirección de Paco Plaza y guion de Jorge Guerricaechevarria, una historia de venganza ambientada en el mundo del narco en Galicia.
"No teníamos previsto montar la AIE para este proyecto pero con este cambio es probable que sí lo hagamos porque pueden empezar a salir los números", desvela.
Con respecto a la seguridad jurídica, Lustres considera que era insuficiente cuando la primera reforma entró en vigor en 2015, pero desde entonces tanto Vaca Films como la AEC han realizado varias consultas vinculantes que han contribuido a clarificar la situación.
"La nueva definición de productor introducida ahora viene a apuntalar esto", destaca.
De cualquier modo, Ramos recuerda que el audiovisual es un mercado dinámico y que los hábitos de consumo están cambiando constantemente, por lo que la interlocución dentro del sector y con el Gobierno es esencial.
"Se ha demostrado que si trabajamos todos juntos las cosas salen adelante", puntualiza.
