El obispo de Cuenca y el arzobispo de Oviedo comparecen este lunes ante el juez

El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, y el obispo de Cuenca, Jose María Yanguas, comparecerán mañana ante el juez por una demanda de 268 misioneras de la Asociación Privada Lumen Dei, de la que Sanz es comisario pontificio, por vulneración del derecho fundamental de asociación.

Lo harán en una vista de medidas cautelares ante el Juzgado de Primera Instancia número 77 de Madrid, que desestimó las declinatorias presentadas por Sanz y Yanguas contra la demanda de las misioneras, para que fuera un tribunal eclesiástico del Vaticano y no la jurisdicción civil española el que resolviera la demanda.

Sanz y Yanguas consideraban que en virtud del acuerdo entre el Estado y la Santa Sede este asunto no compete a la jurisdicción civil española, sino a los tribunales de la Iglesia Católica, en concreto al Tribunal Eclesiástico de la Signatura Apostólica del Vaticano, al tratarse, según ellos, de una asociación eclesiástica sujeta al Derecho Canónico y no privada como defienden ellas.

Pero el magistrado sostiene que una demanda de protección del derecho fundamental de asociación, recogido en la Carta Magna, interpuesta por un ciudadano español contra una asociación inscrita y domiciliada en España, por hechos acaecidos en nuestro país es competencia de la jurisdicción civil española.

Al ser un procedimiento civil, Sanz y Yanguas no figuran como investigados sino como demandados, por lo que deberán responder a las preguntas que se les formule, algo que ya han adelantado que efectuaran.

Las misioneras presentaron esta demanda por vulneración del derecho de asociación al considerar que el arzobispo de Oviedo "maniobró" para proclamarse líder de la Asociación Privada Lumen Dei, una de las tres ramas que forman el conglomerado Lumen Dei.

Y aseguran que lo hizo con el beneplácito del obispo de Cuenca que elaboró un escrito al uso, pese a que el Vaticano sólo le había nombrado comisario pontificio para la Unión Lumen Dei.

Es por ello que las demandantes solicitaran que se le retiren a Sanz los poderes notariales que obtuvo en 2009 para registrar las tres asociaciones como una única Lumen Dei ante el Ministerio de Justicia.

La otra parte afirma a Efe que se opondrán a esta medida cautelar porque destaca que la piden en nombre de una asociación que ya no representan al haberse dado de baja de Lumen Dei, por ello no se ha vulnerado ningún derecho.

Es más, señalan que las misioneras están suplantando la identidad de Lumen Dei, algo que "tendrá debido respuesta ante la Justicia".

Las misioneras aseguran que Lumen Dei se divide en tres organizaciones independientes aunque las tres utilicen las palabras Lumen Dei.

Se tratan de la Asociación Privada Lumen Dei, aprobada en Valencia en 1975 y que es la que dispone de todo el patrimonio, la Asociación Unión Sacerdotal Lumen Dei erigida en Cuenca en 1986, y la Unión Lumen Dei constituida en Cuenca en 1986 y que es la que depende del Vaticano.

No obstante, el arzobispo de Oviedo defiende que las tres asociaciones son una misma y única Lumen Dei según el Código de Derecho Canónico, y que las "autodenominadas misioneras" no lo son puesto que se dieron de baja de Lumen Dei hace años.

La Santa Sede respalda esta afirmación y recuerda, en un decreto declarativo de junio de 2016, que el mandato de Sanz incluye las tres asociaciones, es decir, que "gobierna todas las ramas y todos los aspectos de esta compleja institución eclesial".

De hecho, en un comunicado Lumen Dei asegura que la Santa Sede ha emitido una resolución en la que da su apoyo "terminante y concluyente" a Sanz, a quien reconoce como superior legítimo de un único Lumen Dei.

Y expresa su "dolorosa maravilla por la actitud de resistencia a las legítimas autoridades de la Iglesias" de quienes formaron parte de la obra del padre Molina, fundador de la asociación, y luego se escindieron de Luman Dei.

Por tanto, el Vaticano reconoce todos los derechos y deberes propios del encargo que se ha confiado a Sanz como superior general de Lumen Dei.

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