La explotación minera de tierras raras genera desconfianza en municipios de Ciudad Real

Los futuros proyectos de explotación de yacimientos mineros de tierras raras en la provincia de Ciudad Real están generando desconfianza en los municipios en los que se plantean, lo que ha llevado a colectivos sociales a movilizarse para saber más

La explotación minera de tierras raras genera desconfianza en municipios de Ciudad Real
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Los futuros proyectos de explotación de yacimientos mineros de tierras raras en la provincia de Ciudad Real están generando desconfianza en los municipios en los que se plantean, lo que ha llevado a colectivos sociales a movilizarse para saber más sobre cómo puede afectar al territorio y sus vidas.

Esta preocupación ha ido en aumento en los últimos meses, especialmente en los municipios de la comarca ciudadrealeña del Campo de Montiel, donde se ha planteado el primer proyecto de explotación minera de estas características.

En Torre de Juan Abad (Ciudad Real) acaban de constituir la plataforma 'Sí a la tierra viva', que pretende convertirse en una entidad con capacidad para recabar información oficial sobre estos proyectos que se quieren llevar a cabo en comarcas como Campo de Montiel, Campo de Calatrava y Montes de Toledo.

Luis Manuel Ginés, miembro de esta plataforma, ha explicado hoy a Efe que se plantean obtener información "veraz" sobre estos proyectos de los que existen "muchos interrogantes" desde el punto de vista del impacto ambiental y la salud, y ha lamentado la "opacidad" que hay sobre esta cuestión.

Ha recordado que de las tierras raras se obtiene la monacita, un mineral que es "objeto de deseo" para las empresas que fabrican alta tecnología.

Según la información aportada por la empresa que gestiona los permisos de investigación de estos yacimientos, en la monacita están presenten elementos radiactivos como el uranio y el torio, cuyos contenidos típicos de entre el 6 y el 12 por ciento pueden alcanzar, en ocasiones, hasta el 25 %.

Además, entre los diferentes tipos de monacita, la denominada amarilla es la que tiene mayor contenido en elementos radiactivos en tanto que la gris es la menores valores.

La presencia de elementos radiactivos en la explotación minera es algo que preocupa a la nueva plataforma, al igual que la gran cantidad de agua que se necesita para procesar el material obtenido, ya que la empresa que proyecta la explotación ha planteado unas necesidades anuales de 500.000 metros cúbicos.

Ginés también han precisado que algunos consultores especialistas en minería han reconocido que la producción de monacita se caracteriza por generar una gran cantidad de metros cúbicos de gas residual que contiene polvo concentrado, ácido fluorhídrico, dióxido de azufre y ácido sulfúrico.

A ello se suman las dudas que generan, a causa de la contaminación, proyectos similares en países como China (la zona de Baotou, al norte) y Estados Unidos.

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