Albacete acoge el juicio por la muerte de un niño de dos años en Tarazona

El próximo miércoles 4 de febrero se celebrará el juicio por el fallecimiento del niño de 2 años en Tarazona de La Mancha (Albacete) ocurrido el 14 de enero de 2012 y donde es el padre quien ejerce de acusación particular

Albacete acoge el juicio por la muerte de un niño de dos años en Tarazona de La Mancha. En la imagen de archivo el lugar donde ocurrió el suceso
photo_camera Albacete acoge el juicio por la muerte de un niño de dos años en Tarazona de La Mancha. En la imagen de archivo el lugar donde ocurrió el suceso

El próximo miércoles 4 de febrero se celebrará el juicio por el fallecimiento del niño de 2 años en Tarazona de La Mancha (Albacete) ocurrido el 14 de enero de 2012 y donde es el padre quien ejerce de acusación particular puesto que el Ministerio Fiscal no ve indicios de delito en la actuación de la madre, que es la acusada.

El escrito de la Fiscalía comienza dejando claro que considera que los hechos que se le imputan a la acusada no son constitutivos de un delito de lesiones imprudentes, por lo que pide el archivo de la causa.

Los hechos ocurrieron el 14 de enero de 2012, sobre las 15.00 horas, cuando la acusada estaba en su casa, en Tarazona de La Mancha, con su hijo de dos años, del que tenía la guarda y custodia, y tras darle de comer al niño, retiró la bandeja de la trona en la que estaba sentado, momento en el que el menor perdió la estabilidad y cayó.

El pequeño se golpeó en la mejilla derecha con el brazo de madera de la trona y en la frente contra el suelo. Como consecuencia de la caída, le salieron dos hematomas y la madre le puso hielo y pomada antinflamatoria, como había hecho otras veces en otros golpes sufridos por el menor.

El niño, que inicialmente lloró tras la caída, comenzó de forma casi inmediata a jugar y no tuvo ninguna sintomatología que pudiera hacer sospechar que tuviera ningún problema como consecuencia de ese golpe.

El día 15 de enero el niño estuvo en compañía del abuelo materno hasta las 17.30 horas y, a partir de ese momento y hasta las 20.00 horas, en compañía de una amiga de la madre, llevando una vida normal y sin dar ninguna señal de que pudiera encontrarse enfermo.

El día 16 de enero por la mañana, el menor, que presentaba un cuadro compatible con catarro y mocos, vomitó, pensando la madre que pudiera tratarse de un vómito asociado al catarro porque tenía mucosidad, pero después el niño se comportó con normalidad.

Sobre las 22.00 horas de ese día, cuando el niño estaba con la pareja sentimental de la madre, a cuyo cuidado lo había dejado por unos minutos, tras tomar un biberón volvió a vomitar, y se desvaneció en la ducha cuando el hombre intentaba asearlo.

Al caer se golpeó en el glúteo, por lo que el hombre llamó a la madre, que lo llevó al Centro de Salud de Tarazona, donde le practicaron maniobras de reanimación. Allí se avisó a los servicios de emergencia, que se hicieron cargo de la estabilización de las constantes vitales del menor, que fue trasladado al Hospital General de Albacete, en el que ingresó a las 0.30 horas del 17 de enero.

Tras practicarle diversas pruebas diagnósticas, y constatar la presencia de un hematoma interno en la cabeza, fue conducido a quirófano para someterlo a una craneoctomía, pero durante la intervención sufrió "hipotensión severa y desaturación extrema" que le ocasionaron el fallecimiento a las 4.10 horas.

El informe forense posterior puso de manifiesto que la causa de la muerte fue "la anoxia secundaria al edema y efecto masa, causados por el hematoma subdural agudo" y que otras lesiones habían sido causadas por las maniobras de sujeción y reanimación del niño, sin que haya podido acreditarse que el menor hubiera sido sometido al maltrato alguno.

El Ministerio Fiscal considera que la madre del menor en ningún momento pudo sospechar la gravedad de la lesión interna producida por la caída del niño de la trona, puesto que era frecuente que el niño se cayera y no desarrolló sintomatología alguna.

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