El Gobierno de Castilla-La Mancha da un giro más en su política socio-educativa, evidenciando una marcha atrás, al anunciar que está dispuesta a abrir los comedores escolares, durante las vacaciones, pero condicionando estos servicios alimenticios para los alumnos, siempre y cuando si los ayuntamientos se hacen cargo de su coste.
Así lo argumentó el consejero de Educación, Ciencia y Cultura, Marcial Marín, cuando desde la radio pública de Castilla-La Mancha, lanzó un "órdago" al PSOE y a la Federación de Municipios y Provincias (FEMP), al tirar la pelota al tejado de los ayuntamientos: "Nosotros abrimos los comedores escolares pero ellos deben decir con cuánto van a ayudar".
Con estas palabras el consejero de Educación instó al líder de los socialistas a pedir a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha que ceda a los ayuntamientos del PSOE los comedores escolares para ofrecer este servicio a los alumnos y familias que lo necesiten en vacaciones.
Estas palabras de Marín llegan después de que el PSOE haya pedido que los comedores escolares de la región permanezcan abiertos todo el año, tal y como se refleja en una moción del grupo parlamentario en la oposición.
El consejero de Educación también apuntó que si se revierte la situación de los comedores, será gracias a las medidas llevadas a cabo por el Gobierno regional
Por su parte, la diputada portavoz de Educación del grupo PSOE, Carmen Rodrigo, criticó que la situación en la que se encuentran los comedores, y recordó que fue el Gobierno regional el que suprimió las rentas por comedor, “pedimos que se reviertan estas políticas”, y señaló la necesidad de la apertura de los comedores escolares, todo el año, en situación de extrema gravedad propiciadas por la crisis económica.
“En ningún caso se debería haber suprimido las becas de comedor” reiteró, y apuntó que según UNICEF, hay más de dos millones de niños que no tendrían cubiertas totalmente sus necesidades alimentarias en España.
