El consejero de Sanidad, Jesús Fernández, ha asegurado este jueves que su departamento se ayudará "de todos los hospitales de Castilla-La Mancha y de las clínicas de Castilla-La Mancha para que la demanda -sanitaria- sea la que tiene que ser".
Fernández se ha pronunciado así en el pleno de las Cortes durante un debate del PP sobre la situación del sistema sanitario, donde ha indicado que los hospitales "no se hacen en cuatro meses" y que, en ese tiempo, tampoco se puede "dar respuesta a lo que ha ocurrido" durante los últimos años en la sanidad.
"Mientras concertamos o no concertamos -dependiendo de la demanda haremos lo que tengamos que hacer-, vamos a recuperar", ha subrayado Fernández, que ha indicado que, en cualquier caso, lo que no va a hacer este Gobierno, al contrario que el anterior, es "insultar" a los médicos.
En su intervención, ha hablado así de las listas de espera y de cómo afrontarlas, y también del convenio sanitario con Madrid, aplaudiendo que el Ejecutivo del PP firmase un convenio en 2014 con Aragón para cinco años, que agradece porque, a diferencia del firmado con la región madrileña, no conlleva contraprestación económica.
Fernández ha repasado la situación que el actual Gobierno se encontró en la sanidad y las actuaciones puestas en marcha desde que cambió el Ejecutivo y ha evidenciado el compromiso de su Ejecutivo y del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) "para trabajar y hacer de la sanidad un servicio del que podamos sentirnos orgullosos".
GRAN PACTO
Previamente, el portavoz del Grupo Parlamentario Podemos, José García Molina, ha abogado en su intervención por el "realismo" a la hora de abordar el ámbito sanitario, lejos del "alarmismo" del PP y la "candidez" del PSOE, y en este sentido ha demandado "políticas concretas".
Tras interpelar a los parlamentarios de viva voz si estaban de acuerdo con la gratuidad de la asistencia sanitaria y con la universalidad de la sanidad, se ha respondido "dónde está el desacuerdo" entonces, ofreciendo un "gran pacto" por la sanidad en el que todos puedan ponerse de acuerdo.
No obstante, ha lamentado que cuando los 'populares' tuvieron que posicionarse "no aparecieron" --en el pacto por la sanidad que se firmó antes de las elecciones autonómicas-- y cuando gobernaban "tampoco tomaron las medidas oportunas", cuestionándose el motivo de que ahora se preocupen por este asunto.
Además, García Molina ha pedido al consejero de Sanidad que despeje las "noticias inquietantes" sobre derivación de pacientes que se han oído en las últimas semanas, petición a la que también se ha sumado el parlamentario del PP, Carlos Velázquez.
"LUZ Y TAQUÍGRAFOS" EN LISTAS DE ESPERA
Velázquez, ha hablado del convenio sanitario con Madrid, y se ha preguntado qué va a pasar con las "peonadas" en la sanidad castellano-manchega y qué es el "salario emocional", lamentando la "política de los anuncios" del actual Ejecutivo autonómico.
Además, ha arremetido contra los millones de euros que el Gobierno de José María Barreda se gastó en sanidad privada y se ha preguntado cómo van a disminuirse las listas de espera actuales que "son inaceptables en un periodo tan corto de tiempo".
Ha pedido "luz y taquígrafos" a la hora de abordar este asunto, porque esa subida de las listas "puede ser la perfecta justificación para empezar un proceso de derivación de pacientes a la sanidad privada". También ha pedido al Ejecutivo que presente ya los presupuestos.
HAN DEVUELTO LA ILUSIÓN
Desde el PSOE, la parlamentaria Ana Isabel Abengózar ha comparado algunas de las situaciones que había en la sanidad antes y después del cambio de gobierno, porque con las medidas que se han puesto en marcha "han devuelto la ilusión" en el sistema.
"Otra forma de hacer las cosas es posible", ha incidido Abengózar, ha criticado la "doble moral" del PP sobre el convenio sanitario o las listas de espera, y les ha pedido que "no pongan palos en las ruedas" si no quieren ayudar a mejorar la sanidad castellano-manchega.
El debate general se ha cerrado sin aprobarse ninguna de las dos resoluciones presentadas por PSOE, que ha contado con la abstención de Podemos, y del PP, que ha sido rechazada por la formación morada y los socialistas.
